Cuando era joven, había decidido ser pianista en un burdel o político profesional. A decir verdad, no hay mucha diferencia
Harry S. Truman (1884-1972) Presidente de Estados Unidos
Así, como un duelo de barbajanes, transcurrió este martes entre la “clase” política michoacana. El entrecomillado es obligado, porque una lija es más fina que los líderes partidistas en la entidad.
El duelo comenzó con la estupidez mañanera de Mario Tzintzun, quien en conferencia de prensa de ex dirigentes municipales del PRI, amagó con que “haremos lo que tengamos que hacer” para que gane su partido, en referencia a la elección en Morelia…”desde pegar un botón hasta, matar un cabrón”.
De un barbaján a otro: el panista Javier Mora, representante de su partido ante el Instituto Electoral de Michoacán, responsabilizó a Tzintzun en la sesión de ese órgano horas después, de cualquier asesinato que en las elecciones pueda registrarse…”Michoacán no está para ese tipo de declaraciones, si son ciertas es un tema indignante y que no vamos a permitir, no son los setentas, ochentas, donde el PRI hacía lo que se le daba su chingada gana…”
Pero como la patanería no es exclusiva de hombres, Norma Guadalupe Orozco, representante de Morena también ante el IEM, remató en la misma sesión: “el cargo público que tiene (Tzintzun) no es para echar en saco roto tales declaraciones, además, somos muchos cabrones los que vamos a defender la elección”.
Con pena ajena, Miguel Ángel Barriga, el representante priísta, tuvo que salir al quite, advirtiendo que lo dicho por Tzintzun no corresponde a la posición de su partido, sino que es personal, por lo que deslindó al tricolor del amago formulado por su correligionario.
No sé si Tzintzun quiso o no ser literal en su amago; quiero pensar que no, pero en todo caso le retrata de cuerpo entero respecto de su forma de ver la política y las elecciones. Tiene fama histórica de “mapache” electoral, pero supongo que la mapachería tiene que ver con las “estrategias” partidistas para torcer la orientación del voto ciudadano en una elección, no con matar “a un cabrón”.
Y quiero pensar también que las expresiones de arriero –con perdón de los arrieros- del panista Mora y de la morenista Orozco, son exabruptos al calor de la discusión en la sesión del IEM.
Como sea, el episodio de la “dama” de Morena y de los “caballeros” de PRI y PAN, retrata el nivel de nuestros políticos, barbajanes, corrientes, vulgares a más no poder. Y ello dibuja el nivel también que tendrá la contienda electoral en Michoacán. Si no, al tiempo.