El triunfo político es la suma del sentido común y la capacidad de liderazgo
Enrique Tierno Galván (1918-1086) Político español
La Liga Municipal de Futbol ha decidido reiniciar actividades el fin de semana venidero, pero lo hace unilateralmente, brincándose la autorización, que en condiciones de pandemia es obligada, del gobierno municipal. Se trata de una decisión absolutamente irracional, insensata. Para decirlo claro y corto: es una decisión estúpida.
El secretario de la Liga, Antonio Huerta, asegura que la medida se toma “porque todo mundo ya anda jugando fútbol”, e incluso la Cecufid organizó su propio torneo. Afirma que se tiene el aval del ayuntamiento desde hace quince días, pero no se había determinado reiniciar actividades hasta ahora, en que los delegados “están insistiendo en que juguemos ya”, amén de que la Liga está quebrada, económicamente hablando, porque haya o no juegos, hay que pagar alrededor de 31 mil pesos semanalmente por mantenimiento de las canchas. Garantiza que las actividades reiniciarán cumpliendo todos los protocolos de salud pertinentes.
Empero, Huerta es desmentido por el secretario del ayuntamiento, Humberto Arroniz, quien asegura a RESPUESTA que la Liga “no ha hecho en el ayuntamiento ningún trámite para la autorización del inicio de temporada, ni ha presentado ninguna propuesta de protocolo sanitario para que sea autorizada por la autoridad de salud municipal”. Arroniz reconoce que en condiciones de normalidad, la Liga, en tanto Asociación Civil, no estaría sujeta a una autorización especial del gobierno para reiniciar actividades, “pero en la contingencia, sí”.
He ahí el quid del asunto: estamos en una contingencia sanitaria, desbordada además, y justo apuntando apenas a la fase más crítica. No hemos siquiera llegado a la cima. El fin de año se prevé la cumbre de la pandemia. Es una torpeza criminal la que toman los delegados o el señor Huerta.
En todo caso, el ayuntamiento deberá intervenir para evitar una tragedia: cada fin de semana se reúnen, sólo en las canchas Cuauhtémoc Cárdenas, alrededor de veinte mil jugadores. Cualquiera con dos dedos de frente advierte el peligro que ello significa.
¿Qué clase de protocolos puede ofrecer la Liga? Ninguno serio. Cubre bocas a la llegada y cerrar el paso a aficionados no aporta mucho. El deporte profesional ha reiniciado, cierto, pero siempre con el requisito de las pruebas de laboratorio previas a cada encuentro deportivo, para que sólo participen quienes resultan negativos, y aun así, surgen casos a raudales de jugadores enfermos en todo el mundo y en todos los deportes. En la Liga Municipal, donde obviamente no hay las condiciones para realizar esas pruebas 48 horas antes del fin de semana, es previsible lo que sucederá: las canchas serán un caldo de cultivo para que los contagios se desaten sin el menor control.
Está claro que la Liga caminó en los últimos años bien, porque al frente de ella ha estado Gabriel Prado Fernández. Él enfrenta hoy problemas de salud serios que obviamente le impiden estar al pendiente de la marcha del organismo. Y su ausencia se evidencia, porque no hay nadie con la mente despejada y con un mínimo de inteligencia y sentido común, para tomar decisiones sensatas. No hay quien piense en la Liga, con Prado ausente.
El ayuntamiento, insisto, debe intervenir. Que la Liga sea una AC no le autoriza a actuar libremente, porque estamos en situación de emergencia sanitaria y la autoridad gubernamental es la que debe marcar lineamientos en la conducta de la sociedad. Y conste que este reportero, lo mismo que el alcalde Morón, es pambolero de corazón. Pero primero es lo primero.
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