Es peligroso tener razón cuando el gobierno está equivocado
Voltaire (1694-1778) Filósofo francés
Está claro que cualquier nuevo endeudamiento del gobierno estatal, por obligación genera recelo y suspicacias, dudas y hasta sospechas. Y, repito, es normal que así sea: la obscenidad cometida por los gobiernos de Lázaro Cárdenas Batel y de Leonel Godoy, al llevar al precipicio a Michoacán contratando deuda por ¡17 mil millones de pesos!, ha provocado que esa palabra, deuda, provoque escozor.
Pero también es cierto que la deuda, como tal, no necesariamente va ligada al desastre o a la corrupción. Todo depende cómo se plantee, en su contratación y luego en su aplicación, así como en su pago, por supuesto.
En ese sentido, es evidente que la bancada morenista en el Congreso del Estado ha manejado el tema del endeudamiento aprobado al Ejecutivo por 4 mil 90 millones de pesos, con un cariz eminentemente político e ideológico, no con uno de corte financiero, como debiera ser.
Técnica y financieramente, la deuda de referencia se enmarca en los criterios de justificación de la nueva legislación federal, que acota el grado de discrecionalidad de los gobiernos estatales para contratarla. De hecho, es Hacienda la que tendría la última palabra, porque esa nueva ley le faculta a impedir a un gobierno local a contratar deuda, si ésta rebasa su capacidad de pago, si pone en riesgo su estabilidad financiera o si no tiene la solvencia crediticia mínima requerida. Todo ello, según explica la Secretaría de Finanzas, se cumple sin problema, y la mejor prueba es que precisamente Hacienda no ha objetado la aprobación del Congreso michoacano.
Pero además de esa argumentación técnica y legal, es claro también que no solo Michoacán, sino muchos estados se están viendo en la obligación de replantearse la necesidad de ir por recursos bancarios, dada la severa restricción a que ha sometido el gobierno federal a buena parte de las entidades en el rubro de las participaciones este inicio de año. Cierto, lo más probable es que no todos los gobiernos estatales estarán en esa posibilidad, no porque no necesiten recursos bancarios, sino porque sus condiciones de solvencia financiera se los impide.
Con todo y la crisis financiera michoacana, es buena noticia que el gobierno estatal esté en condiciones de pedirle prestados al banco cuatro mil millones de pesos, porque evidencia un piso mínimo de estabilidad.
Por lo demás, sería sano que no sólo Morena, sino todas las fuerzas políticas y legislativas, analizaran y calificaran el asunto desde la perspectiva meramente financiera y técnica, no ideológica. Siempre así es una mejor manera de evaluar los rubros económicos.
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