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domingo, julio 27, 2025

DÍA DE MUERTOS

Detrás de cada gran fortuna hay un delito

Honoré de Balzac (1799-1850) Novelista francés

 

jaimelopezOjalá todo quedara en la celebración de una fecha en especial, pero en México el Día de Muertos es todo el año, todos los días, en cualquier parte del país.

Cierto, la muerte es tan natural como su antípoda, el nacimiento, y como la vida misma. El problema es que la muerte en México, además del sello de la naturaleza, tiene también el de la violencia, el de las ejecuciones, el de la impunidad, el de las estadísticas rojas, pero también el de la negligencia, el de la irresponsabilidad.

Entre muertes por la pandemia del Covid-19 y por la desbordada criminalidad, los últimos tres años han sido particularmente rojos en el país: más de setecientos mil mexicanos ya no están aquí. Por ambos factores, el mundo entero ha llorado a sus muertos, pero en ninguna parte con la crudeza, la rabia y la indignación que en México.

¿Cuántas muertes pudieron evitarse con políticas públicas eficientes tanto en la pandemia como en el actual escenario de criminalidad fuera de control? Imposible saberlo, obvio, pero seguro muchas miles. No todas las setecientas mil muertes de los últimos tres años eran inevitables. Un gran número, sí, sin duda, pero nunca podrá aceptarse que todas.

Con un zar anti covid que hubiera basado sus decisiones en la ciencia, no en la charlatanería y en la zalamería política, y con un presidente que hubiera puesto por delante la seguridad de los mexicanos, no sus crimínales abrazos, no balazos, sin discusión la gravedad de ambos fenómenos no hubiera sido tan alarmante y por ende el número de muertes no en esa dimensión desproporcionada.

Pero tuvimos una pareja de López -hay de todo en ese apellido- con mentes crimínales, enfermas, que sólo han entregado dolor y llanto, sangre y muerte.

No, nunca nos resignemos a que esos setecientos mil muertos eran inevitables. Ningún país enfrentó estadísticas de fallecimientos por la pandemia como el nuestro, porque ningún país tuvo a un criminal e ignorante como responsable de combatirla. Y ninguno ve la sangre correr por todos sus rincones en el nivel del nuestro, debido a la criminalidad e inseguridad, como el nuestro, pero es que pocos tienen como presidente a alguien inmune al dolor de los gobernados, con relaciones cada vez menos dudosas con los capos de la criminalidad.

Han sido, estos últimos años, la tormenta perfecta: una pandemia, cárteles empoderados y reinantes, y un gobierno corrupto, ineficaz y demente. ¿Qué podía salir mal? Y a la pesadilla todavía le faltan 699 días.

twitter@jaimelopezmtz

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