Muchas son las leyes en un estado corrompido:
Tácito (55 C. – 120 C.) Historiador y político romano
Lo de Hugo López Gatell es patético. De vergüenza ajena: ser designado representante de México ante la Organización Mundial de la Salud, es una afrenta al propio organismo y por tanto a la ONU, a la que pertenece, una afrenta también a la ciencia, al país y, ante todo, a la memoria de los cientos de miles de mexicanos que murieron en la pandemia del Covid, no por efectos ineludibles de la enfermedad, sino por las criminales políticas públicas “diseñadas” por el gobierno de López Obrador, y que llevaron la marca siniestra de López Gatell.
Es, ademas, un mazazo sólido, otro más, a Claudia Sheinbaum, que claramente se ve obligada a designarlo ante la OMS aún en contra de su voluntad, solo para acatar los designios del otro López, el más siniestro de todos, Obrador. Sheinbaum, no es secreto para nadie, tuvo siempre diferencias serias con Gatell, agudizadas durante la pandemia. La entonces jefa de Gobierno chocó frontalmente con Gatell porque se negaba a acatar sus directrices en materia de salud pública. Hoy tiene que asumir como suyo un nombramiento del que quizá en el fondo se avergüence.
Imposible enviar al rincón del olvido su criminal paso como zar anticovid. Como tal, avaló las estupideces de López Obrador, que llamaba a no usar cubrebocas, a no dejar de abrazarnos; a tener a la mano un detente o cualquier otra superchería, así como a advertir que López Obrador no era una fuente de contagio del virus, porque hacía gala de una fuerza moral.
Rechazaba que el gobierno adquiriera medicina para combatir la enfermedad, pero también estaba en contra de la adquisición de vacunas, cuando las hubo.
Gatell, el que llamó golpistas a los padres de menores con cáncer por exigir medicinas y atención médica, es el flamante representante de México ante el organismo que diseña las políticas mundiales en materia de salud. ¿Qué demonios puede aportar en la OMS, que no sea vergüenza para el mundo de la ciencia?, ¿qué puede aportar en ese foro un político de cuarta metido a científico, un médico que en la pandemia desdeñó la ciencia para poner por delante la superchería.
Ese es López Gatell, ni más, ni menos.
X@jaimelopezmtz
