Hay casos de dictaduras fraternas: de Fidel a Raúl Castro.
Eliot Abrams (1948-?) Político estadounidense
Como Porfirio Díaz hace ciento quince años, Eduardo Tena asegura que “es momento de dejar el poder”, y que hay gente “preparada” para sucederlo.
Cierto, hay un mundo de diferencias en todos sentidos entre ambos personajes, pero les une la visión monopolista del poder y, sobre todo, la soberbia de reconocer que “por fin” hay gente capacitada para revelarlos en su responsabilidad, justificando así su permanencia en el poder también similar: treinta años el expresidente, veintisiete el líder de empleados de la Universidad Michoacana.
Tena ha anunciado su retiro al frente del SUEUM, a cuyo paso ha dejado una estela de contraluces: es indiscutible que es un líder querido por su gremio, al que ha conseguido prebendas y condiciones salariales envidiables. Tena nunca ha visto por el bien de la Universidad, pero sí por el de sus empleados.
El problema, y esa es la otra parte de la historia, es que para arropar a sus agremiados con toda clase de privilegios, ha puesto contra la pared a la Universidad.
Por ejemplo, la plantilla de empleados es absolutamente sobrada, hay muchos más de los que realmente se necesitan, y es que por años la venta de plazas fue un gran negocio de la dirigencia sueumista, solapada por diferentes rectorados. La enorme y en muchos sentidos injustificada nómina de empleados, impide a la Universidad dedicar más recursos a investigación, equipamiento de laboratorios, capacitación, actualización docente, rubros mucho más importantes porque constituyen la razón de ser de la institución.
Tena, pues, ha sido un “gran” líder en función de los intereses gremiales, pero también un freno al crecimiento universitario. Ahora que habrá que ver si en realidad cumple y se retira. Ya ha amagado con lo mismo varias ocasiones, y no ha cumplido.
Y a la pesadilla ya solo le quedan 143 días.
X@jaimelopezmtz
