El político recto nada se arriesga en el camino y tiene poco que temer en el término
Benito J. Feijoo (1676-1764). Religioso español
Conforme avanzan los foros de pacificación convocados por el gobierno de transición de Andrés Manuel López Obrador, va quedando claro que fueron diseñados con dos objetivos fundamentales; uno, para justificar una política de estado que, sí o sí, aplicará el tabasqueño a partir de diciembre: perdón sí, olvido no; es decir, mantener la postura más de líder religioso que de jefe de Estado. Y dos, para presentar a Morena en sociedad.
El de Morelia, fue un foro absolutamente partidizado: la organización corrió a cargo enteramente de Morena, que evadió de la convocatoria al PRD y a todos los demás partidos. Se alió en la organización con los factores de poder de la Universidad Michoacana, lo que volvía fácilmente previsible que todo lo que oliera a PRD y a gobierno estatal, no sería bienvenido. Silvano Aureoles presagió lo que venía y por eso evitó asistir y envió a su secretario de Seguridad Pública, Juan Bernardo Corona, que se llevó la silbatina que Morena y la Universidad le tenían preparada a Aureoles…si hubiera ido.
Era la presentación de Morena como partido político. AMLO está decidido a que se le retire la etiqueta de “movimiento” y volverlo un partido político. Ello es sano, desde luego, lo malo es la forma.
Y por otra parte, en Morelia, en el tercero de los foros, Alfonso Durazo, el futuro secretario de Seguridad Pública, volvió a dejar en claro que la tesis religiosa del perdón y cuenta nueva será la que prevalezca en el gobierno de López Obrador.
Y ello por supuesto es altamente cuestionable: el tabasqueño no puede mantener la posición de líder religioso, al suponer que a un llamado suyo, las víctimas de la criminalidad deben perdonar. El Estado, hay que machacarlo las veces que sea necesario, debe aplicar la ley, y aplicarla significa meter en la cárcel a los criminales, punto, no perdonarlos.
Por lo demás, el foro de Morelia adoleció de fondo: fue pasarela política; las víctimas de la criminalidad y los investigadores del tema, que debieran ser los auténticos protagonistas, pasaron a segundo término, fueron a llenar espacios.
Bien lo dijo José Manuel Mireles al abandonar el recinto: ¡“esto es un circo”! jaimelopezmartinez@hotmail.com twitter@jaimelopezmtz>
