Los hombres son pervertidos no tanto por la riqueza, como por el afán de riqueza:
Louis de Bonald (1754-1840) Político y filósofo francés
Así, como «el del sombrero», le gustan que le digan. Y es que él se acuñó como tal, y vaya que le ha dado resultado. Es Carlos Manzo, el alcalde de Uruapan que de la noche a la mañana cobró notoriedad nacional por su disruptiva y quizá temeraria advertencia a los criminales de su municipio: aquel que sea descubierto poniendo en riesgo la vida de algún ciudadano, será abatido por la Policía. Nada de miramientos, menos de abrazos: a balazos se les tratará porque a balazos tratan a la ciudadanía.
El encuentro con algunos directivos de medios morelianos fue concertado en concurrido restaurante de la Loma de Santa María. La comida transcurre entre cuestionamientos periodísticos, explicaciones del alcalde y fotografías que le piden tomarse algunos comensales, cuando lo descubren. No se hace del rogar porque acepta que tiene la mira puesta en el 27.
Reconoce tener miedo, «pues si no soy robot para no tenerlo», pero asegura que no variará el camino de la confrontación directa con los delincuentes de su municipio, por convicción y porque así lo demandan los uruapenses. Y no es pose para ganar likes en redes, «ahí están los resultados: en un año, de un promedio de más de cien homicidios mensuales, en junio tuvimos no más de quince; el robo de vehículos se ha disminuido también, lo mismo que los asaltos. La extorsión sí se ha incrementado ligeramente, pero es ahora una prioridad enfrentarla», explica.
Con raíces en Sahuayo y formado como politólogo en el ITESO de Guadalajara, Manzo solo se quita el sombrero para comer, pero a la menor provocación, una fotografía por ejemplo, de inmediato echa mano de él, porque tiene claro que su posicionamiento mediático va de la mano de esa prenda, aunque acepta que sin resultados como alcalde de poco le serviría el nivel de exposición que ha alcanzado.
Estima tener el tiempo suficiente para entregar buenas cuentas en su municipio y «si el pueblo» lo decide, «a ver qué sigue», aunque ese «a ver qué sigue» no tenga otro destino que una candidatura independiente a gobernador.
-Pero «el pueblo» es todo y nada, esa frase es demasiado ambigua, por no decir que trillada, Carlos. ¿Cómo medir qué quiere «el pueblo»?-, se le refuta.
Hay un método para él infalible: «para ser candidato independiente requeriría unas 75 mil firmas ciudadanas. Si las consigo, es evidencia de que el pueblo me respalda». El razonamiento parece tener lógica, y más cuando recuerda con orgullo que cuando consideró ser candidato al senado en 2024 alcanzó sin problemas cien mil firmas de apoyo. Desistió, empero, para postularse como candidato a alcalde de Uruapan, también por la vía independiente, y aunque le pedían cinco mil firmas «con la mano en la cintura» alcanzó veinte mil.
No es una obsesión, pero sí un reto, un objetivo, si se dan las condiciones, ir por la gubernatura como candidato independiente en dos años más, reconoce. Rechaza aversión a los medios de comunicación, pero sí a los chantajistas que se escudan en el periodismo. Niega también haber sido doblado por Alfredo Ramírez Bedolla, pero acepta que hizo a un lado diferencias con él por el bien de los uruapenses, como ya no oponerse a la construcción del Teleférico. En todo caso, ataja cualquier posibilidad de buscar la candidatura por medio de algún partido político, Morena o el que sea. Se refiere «al movimiento» que encabeza en Uruapan y que pretende extrapolar en el estado, basado en el apartidismo.
Es Carlos Manzo. El «bukele» de Uruapan, dicen en redes. No sé si le dé para jugar en el 27 para gobernador. Pero de que parece decidido a agotar la posibilidad, sin duda. Por ahora, con que saque a Uruapan de la percepción, y realidad, de municipio inseguro, habrá logrado lo que nadie antes ahí. Veremos hasta dónde llega.
X@jaimelopezmtz