La diplomacia es el arte de limitar el poder
Henry Kissinger (1923-?) Político norteamericano
¿En serio puede festinarse que la reunión de Andrés Manuel López Obrador y Donald Trump fue un éxito, sólo porque no hubo “pleito” entre ambos? ¿En eso radica el éxito de una reunión con el presidente del país más importante en todos sentidos para México?
Ciertamente, no hubo ni regaños de Trump hacia López Obrador ni “pleito” entre ambos, sencillamente porque la reunión estaba contemplada para que no lo hubiera, sino todo lo contrario, para que el presidente norteamericano enviara una señal electoral a sus votantes hispanos. A cambio, le regaló al mexicano, con moño y toda la cosa, la cabeza de César Duarte.
Pero fuera de eso, que las plumas cuatreteístas califican de “éxito”, nada más para escribir a casa.
Un éxito de verdad hubiera sido arrancar de Trump el compromiso por moderar su política anti migratoria y que él dispusiera de su propia policía para contener la llegada ilegal de centro americanos y mexicanos, en lugar de que la Guardia Nacional lopez obradorista tenga que hacer ese trabajo sucio. Éxito hubiera sido el ofrecimiento de Trumpo de garantizarle a México el número suficiente de vacunas contra el Covid, si los laboratorios norteamericanos la llegan a descubrir antes que los europeos o asiáticos.
Éxito sería que Trump se hubiera comprometido a no presionar más a las firmas norteamericanas asentadas en México para que dejen el país y se instalen en el suyo, o que hubiera anunciado que no chantajeará más a México con imponer aranceles a sus productos de exportación si no contenemos la ola migrante. Éxito habría sido firmar un convenio para estrechar la colaboración y el intercambio de información para fortalecer la lucha contra los cárteles del crimen organizado mexicanos, o para que los dos países sumaran esfuerzos en la generación de nuevas energías para apoyar la lucha contra la degradación del medio ambiente. Éxito podría calificarse si Trump se hubiera disculpado por los calificativos de violadores y asesinos a los mexicanos que cruzan su frontera en busca de trabajo.
Vaya, el solo hecho de que López Obrador hubiera planteado esos temas, ya podría considerarse un éxito relativo la reunión, al margen incluso de la posición al respecto que hubiera asumido Trump. Esa habría sido una actitud digna del presidente mexicano. Se conformó con la palmada del americano. Qué concepto tan pobre tienen la 4T y su jefe máximo, de la palabra “éxito”.
twitter@jaimelopezmtz jaimelopezmartinez@hotmail.com