Las promesas que hicieron ayer los políticos, son los impuestos de hoy
William L. Mackenzie King (1874-1950) Primer Ministro de Canadá
Si nos atenemos a las responsabilidades que ha dado Alfredo Ramírez Bedolla a los principales integrantes de su equipo de transición, puede delinearse cómo se conformará su gabinete.
Carlos Torres Piña sería el secretario de Gobierno; Ignacio Mendoza Jiménez, el de Seguridad Pública; David Alfaro Garcés, de Educación; Luis Navarro García, de Finanzas y Administración; Carolina Rangel Gracida, de Desarrollo Social y Humano; Elías Ibarra Torres, de Salud; Gabriel Gutiérrez Aviña, de Desarrollo Económico; Cuauhtémoc Ramírez Romero, de Desarrollo Rural; Roberto Monroy García, de Turismo; Gladys Butanda Macías, de Medio Ambiente; José Zavala Nolasco, de Comunicaciones y Obras Públicas; Tamara Sosa Alanís, de Igualdad Sustantiva y Desarrollo de las Mujeres, y Carlos Gutiérrez Márquez, titular de Comunicación Social.
Ellos son los designados por Ramírez Bedolla para que lo representen en el proceso de entrega-recepción en cada área. No es que en automático vayan a ser nombrados en esa misma función ya en el gabinete a partir del primero de octubre, pero si el gobernador electo sigue la lógica de sus antecesores y es congruente con la responsabilidad que ahora les está dando a sus colaboradores, debe inferirse que el gabinete no se moverá mucho respecto de la alineación descrita.
Tampoco es que haya muchas sorpresas, aunque sí algunas dudas. No estoy seguro que Torres Piña tenga la solidez política y, sobre todo, la capacidad negociadora para tender puentes y tejer fino, indispensables para la eficacia de un secretario de Gobierno. Si Navarro y Alfaro son ratificados en Finanzas y Educación, respectivamente, sin duda esas áreas quedarán en buenas manos. Ignacio Mendoza deberá moderar el empuje bravucón que le ha rendido frutos como abogado de casos jurídicos de alto impacto, pero que como jefe de la Policía le podría resultar contraproducente. Ibarra, Monroy y Ramírez Romero son garantía por su experiencia en Salud, el agro y el turismo, sin duda.
Debo admitir que para mí resultan desconocidos los presuntos secretarios de Desarrollo Económico, Desarrollo Social y Medio Ambiente, lo mismo que el de Obras Públicas. Rangel Gracida fue delegada regional de la Secretaría de Bienestar, sin mayor huella. Butanda Macías fue gris directora de Orden Urbano en el ayuntamiento de Raúl Morón, y Zavala Nolasco fue subdirector de Obras y Contratación del ISSSTE. De Gutiérrez Aviña no tenga la menor referencia. Solo habrá que suponer que Ramírez Bedolla sabe lo que hace.
Carlos Márquez ha sido leal y eficaz colaborador del gobernador electo en tareas de prensa, pero en niveles infinitamente menores. Deberá demostrar que tiene tamaños para jugar en grandes ligas.
Hay quien advierte que estas designaciones en el equipo de transición, son una estrategia de Ramírez Bedolla para lanzar una bola boba, y que al final confeccionará un gabinete con otros nombres. Es probable, aunque no le vería sentido. Por ahora, hay que quedarnos con la lógica de que el descrito, sería el gabinete bedollista que, como se ve, produce lo mismo certezas que dudas. Veremos. twitter@jaimelopezmtz>