Cuando hayas de sentenciar procura olvidar a los litigantes y acordarte sólo de la causa:
Epicteto de Frigia (55-135) Filósofo griego
El peligro no es la reedición, eso sí, corregida y aumentada, del “día del presidente” este lunes primero de septiembre. Eso es forma. El peligro es la absoluta concentración de poder de Claudia Sheinbaum, sin antecedente ni contrapeso alguno. Ese es fondo.
El peligro no es la organización de un evento en Palacio para exaltar logros y ocultar yerros. Esa es forma. El peligro es romper con el mínimo resquicio de sentido republicano e institucional, y llenar el cien por ciento de sillas con quienes garantizan aplauso. El peligro es no ver, porque no fueron convocados, a nadie que disienta, que piense diferente, que represente a la oposición, ni siquiera a la sociedad civil ajena al poder. Ese es fondo.
El peligro no es que diga que “vamos bien y vamos a ir mejor”. Eso lo dice todo el que ejerce el poder. Esa es forma. El peligro es la ausencia del más mínimo asomo a la autocrítica. El peligro es soslayar cómo se cae a pedazos el país, cómo aumenta el número de desaparecidos, cómo los cárteles son más dueños que nunca del territorio, cómo los farmacias de los hospitales públicos no tienen medicinas ni vacunas, ni cómo las carreteras y los servicios públicos están hechos pedazos. Menos, cómo la corrupción se enquista y han desaparecido los organismos autónomos que organizaban elecciones para volver a las de Estado. Eso es fondo.
Y el peligro no es que los nuevos ministros se purifiquen, se pongan en manos de chamanes, se presten a limpias y supercherías y llamen a Quetzalcóatl a que les ayude a realizar bien su nueva labor. Esa es forma. El peligro es que esos ministros de la Corte, como la generalidad de los nuevos juzgadores de todos los niveles, no son autónomos ni independientes. Son apéndice y oficialía de partes de la 4T. El peligro es que, desde anoche, no hay poder judicial que vele por la aplicación de la Constitución ni que contenga los excesos de los otros dos poderes, sino uno que está al servicio de un movimiento que es gobierno. Ese es fondo.
Sí, el peligro es el adiós a la división de poderes. El peligro es el adiós a la democracia. El peligro es el poder concentrado en una sola persona. El peligro es el camino indiscutible que ha tomado el país rumbo a la dictadura. El peligro es que llegó, ahora sí, el principio del fin. X@jaimelopezmtz
