La política debería ser la profesión a tiempo parcial de todo ciudadano
Dwight D. Einsenhower (1890-1969). Presidente de Estados Unidos
Andrés Manuel López Obrador nomás no da señales esperanzadoras; todo lo contrario.
La breve entrevista banquetera que dio este jueves, a propósito de una declaración de JP Morgan, en el sentido de que tanta consulta ciudadana por el presiente electo sólo crea confusión entre los mexicanos, es francamente preocupante, por no decir aterradora: -¿Se justifican (las consultas ciudadanas) aún en asuntos técnicos, como el del aeropuerto?-
-Qué asuntos técnicos ni qué ocho cuartos-
-¿La gente sabrá de aeronaútica, por ejemplo?-
-La gente sabe de todo, el pueblo es sabio, los que no saben son los corruptos-
La postura del tabasqueño sobre ese tema, eriza la piel, no porque sea nueva, sino porque corrobora que el Andrés Manuel de campaña, no era de campaña, era el de siempre, es el presidente electo y, lo más probable, es el que será presidente.
Ese es el problema: que muchos de sus defensores, y aún de sus detractores, confiaban en que sus poses demagógicas y populistas han sido hasta ahora parte de su campaña de veinte años, pero que una vez como presidente adoptaría ese papel, el de gobernante.
Pero resulta que ya pasó la campaña, pasó la elección, es presidente electo, a punto de entrar en funciones, y el populismo ramplón que siempre le ha caracterizado sigue vivo y más fuerte que nunca.
“La gente sabe de todo, el pueblo es sabio”. Frase verdaderamente aterradora, porque confirma que ese es López Obrador, que como presidente será el populista de siempre, y porque permite anticipar cómo será su gobierno: un autoritarismo disfrazado de democracia.
Las decisiones que más interesen a su gobierno, las hará descansar en la decisión “sabia” del pueblo, porque “la gente sabe de todo”. Así, si salen mal, el presidente se lavará las manos, fue “el pueblo”. Ese escudo no falla. Y ello permitirá incluso disfrazar hasta eventuales actos de corrupción, como todo apunta a la necedad de cambiar la sede de la construcción del nuevo aeropuerto capitalino, por ejemplo.
“El pueblo sabe de todo”. ¿Así, o más preocupante?