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domingo, agosto 3, 2025

EL SUEÑO DE LA FEDERALIZACIÓN EDUCATIVA

La misión de los políticos no es la de gustar a todo el mundo

Margaret Thatcher (1925-2013) Política británica

 

jaimelopezEn la celebración del Día del Maestro, este domingo, el gobernador Ramírez Bedolla ratificó su interés particular porque se logre materializar la federalización de la nómina educativa.

Es correcto que el mandatario subraye su interés, no «su» compromiso en ese tema, dado que su concretización no depende prácticamente en nada de él, sino del presidente López Obrador.

En ese aspecto. Ramírez Bedolla se encuentra prácticamente en la misma tesitura que su antecesor Silvano Aureoles: buscan afanosamente que el gobierno federal lance un salvavidas a la entidad en materia financiera, llevándose la nómina de la abultadísima Secretaría de Educación, o por lo menos aporte más en la combinación de recursos entre ambos niveles de gobierno.

Pero Bedolla se está topando con la misma pared que Aureoles: la SEE es un caos, un monumento a la corrupción y a las irregularidades de toda índole, que impiden que la Federación acepte lanzar el anhelado salvavidas.

Y es que López Obrador, como en su momento Enrique Peña Nieto, advierte que federalizar la nómina educativa michoacana es echarse un alacrán al zapato: los demás estados reclamarán el mismo trato y, por si fuera poco, quedaría como patrón único de un sindicato al que es imposible mantener en orden. Distribuir con los gobiernos estatales esa carga política, es prioritario para la Federacion, hoy igual que antes. En sentido estricto, no hay ninguna razón sensata para que modifique esa política, porque ello sería correr un altísimo riesgo, repito, sin ninguna necesidad.

Peña Nieto le dio «el avión» a Aureoles: nunca le dijo que no, pero tampoco le dijo cuándo. Y López Obrador se ha conducido exactamente igual primero con Aureoles y luego con Bedolla. Ambos presidentes le dieron siempre atole con el dedo a los gobernadores michoacanos. No se ve que haya nada que haga pensar que las cosas han cambiado.

Empero, Bedolla hace bien en no darse por vencido, aunque la Federación siempre tendrá la coartada perfecta: la Secretaría de Educación michoacana es un desastre administrativo, que también es imposible solucionar. Y eso nadie lo puede rebatir. Pero aún cuando así sucediera, con toda seguridad López Obrador encontraría la forma de no materializar su compromiso. Un presidente acostumbrado a no cumplir compromisos, no tendría porqué comenzará a cambiar ahora, así hoy el engañado sea uno de sus consentidos, el michoacano Bedolla. Si no, al tiempo. Twitter @jaimelopezmtz

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