La diferencia entre una democracia y una dictadura, consiste en que en la democracia puedes votar antes de obedecer las órdenes
Charles Bukowsky (1920-1994). Escritor alemán
Una de dos: Gordiano Zepeda tiene vínculos con la delincuencia organizada de Buena Vista, o es un temerario. Si es lo primero, habrá que fustigarlo, si es lo segundo, aplaudirle y hasta erigirle un monumento.
Es doctor de profesión y ha aceptado ser el alcalde sustituto de ese, un municipio emblemático de la criminalidad en Michoacán. No el único, y quizá ni siquiera el más violento, pero en últimas fechas es más representativo del fenómeno.
Según Roberto Pantoja, el dirigente estatal de Morena, y quien ha propuesta con ese carácter al Congreso del Estado a Zepeda como alcalde sustituto de Buena Vista, el médico y todos los demás regidores de la planilla que ganó la elección municipal, “puedo garantizar que no tienen vínculos con el crimen organizado”.
Eso no lo sé, y creo que Pantoja tampoco, pero si nos atenemos a su aseveración, entonces el doctor Zepeda es más que un valiente, es un auténtico temerario. Sólo así puede entenderse que alguien tenga los arrestos para encabezar el ayuntamiento de ese municipio, donde, ha quedado claro, gobierna el que los capos quieren y autorizan.
Si Zepeda, como jura Pantoja, está “limpio”, entonces su vida corre serio peligro y en cualquier momento puede ser víctima de un atentado, o su familia. Es deseable por supuesto que ello no acontezca y que cuente con la protección oficial necesaria para reducir hasta donde sea razonablemente posible, ese riesgo.
Pero con todo y todo, es preferible mil veces que estemos frente a un doctor temerario, acaso imprudente, que frente a un palomeado por la criminalidad, para dirigir ese ayuntamiento. Este miércoles los diputados votarán por él y le tomarán la protesta de ley. El tiempo dirá frente a qué estamos.