La corrupción del alma es más vergonzosa que la del cuerpo
José María Vargas Vila (1860-1933) Escritor colombiano
El Congreso del Estado está jugando con fuego: este lunes por la noche, la Junta de Coordinación Política sesionó y decidió, con el voto de los representantes de Morena, PAN y PT, violar la ley.
Sí, así como se escucha. Los diputados violarán la Ley de Derechos Humanos, que prohíbe realizar tres rondas de votaciones para elegir al ahora llamado Ombudsperson.
Este lunes, los líderes de las bancadas de Morena, PAN y PT se impusieron a los del PRI y PRD, así como al de la representación parlamentaria, porque además tuvieron el voto definitivo del presidente del Congreso, el también morenista Antonio Madriz, y determinaron que el miércoles se reanude la sesión que el domingo quedó suspendida.
Pero la manzana de la discordia no era si se reanudaba o no dicha sesión. Era obvio que así fuera. La disputa era si los diputados votaban otra vez para elegir al Ombudsperson o no. La ley sólo les permite hacerlo dos veces, y en caso de no llegarse a la mayoría calificada para ninguno de los aspirantes, regresar a comisiones la iniciativa y que éstas integren otra terna completamente distinta.
Y resulta, ya se sabe, que el domingo ya se realizaron las dos votaciones que la ley permite. Ahora, la extraña alianza de Morena y su rémora el PT, con los panistas, se empecina en que se repita esa segunda votación, aduciendo que la del domingo se anuló y por tanto no cuenta. Juristas han advertido que ello sería una tramposa forma de justificar una segunda votación, que a todas luces violaría la ley.
Pero esa alianza no parece detenerse ni ante la ley y ha decidido desafiarla con tal de llevar a Elvia Higuera a la presidencia de la Comisión Estatal de Derechos Humanos. Puede entenderse la necedad morenista, porque con Higuera la 4T garantiza apropiarse de la comisión, tal como hizo a nivel nacional, y porque además el súper delegado federal en Michoacán, Roberto Pantoja, ha presionado para que así sea, dado que su cuñada sería designada visitadora en Morelia. Pero extraña la sumisión panista.
El domingo, Higuera alcanzó 24 votos, doce morenistas, ocho panistas y cuatro petistas. Hacen falta tres para la mayoría calificada. Morena dedicará este martes a “adquirir” esos tres votos faltantes entre las filas priísta, perredista e independientes. ¿Lo logrará? El miércoles se verá.
Empero, de consumarse la ilegalidad de repetir la segunda ronda de votaciones y designar así a Higuera como Obdusperson, la decisión sería fácilmente impugnable ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que sin duda echaría abajo la designación.
Por ética, la propia Higuera debiera renunciar a la pretensión de ser presidenta de la CEDH, ya no llegaría con la menor legitimidad. Seguramente será designada pero a un costo muy alto para ella y para la credibilidad de la comisión, porque además, paradojas de la vida, forma parte aún del Sistema Estatal Anticorrupción, y llegará a presidir Derechos Humanos por el camino ¡de la corrupción!
Por decencia, Elvia debe renunciar este mismo martes. Veremos.
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