Cuando el debate está perdido, la calumnia es el arma del perdedor
Sócrates (470-399 a. C.)
En el marco de las campañas electorales, hay valores entendidos y códigos entre candidatos y partidos: uno, que todos respetan porque todos se benefician en algún momento, es el cuchareo de encuestas. Pero aun en medio de la turbiedad y el estiércol en el que suelen desenvolverse los políticos, escenario maximizado en las épocas electorales, también ahí hay niveles.
Es un valor entendido que cada candidato contrata encuestas a modo, porque siempre habrá empresas que se presten a ello. Y si bien no reflejan una realidad, al candidato en cuestión le sirve para enviar una señal de que está ahí, en la pelea, que no se ha rezagado y que mantiene vivas sus posibilidades. Eso puede significar un aliciente anímico para sus seguidores y un signo de interrogación para el votante indeciso.
Por eso es una práctica común que se contraten y luego difundan ese tipo de encuestas maquilladas. Pero, insisto, también en el maquillaje de encuestas hay niveles, y lo filtrado este lunes en grupos de watts app presuntamente de prensa de la campaña de Mercedes Calderón, candidata a gobernadora por Movimiento Ciudadano, raya en lo ridículo y, en una de esas, en lo ilegal.
Sin origen plenamente ubicado, aunque atribuido aparentemente a un chat de prensa de dicha candidata, se difundió una supuesta encuesta de Mitofsky en la que Alfredo Ramírez Bedolla, el aspirante a gobernador por Morena y PT, encabeza las preferencias electorales con un razonable 33.5 por ciento, y en empate técnico, con 32.3, aparece ¡Mercedes Calderón! Luego viene Carlos Herrera Tello, el candidato de PRI, PAN y PRD, con 20.9.
El problema es que la supuesta encuesta viene con el logo de Mitofsky. Su propietario, Roy Campos, se apresuró a advertir que ese “trabajo” no es suyo. Pocas encuestas tan ridículas se han visto en cualquier elección, porque ya se sabe que Calderón no supera los dos puntos de preferencia en ningún estudio de opinión serio.
Ahora que si ese embuste no fue obra de ella o alguien de su equipo, está obligada a aclararlo de inmediato, porque en caso contrario el lance quedará como la mayor ridiculez en la historia de las elecciones, amén de que Roy Campos podría, y debería, proceder legalmente contra quien resulte responsable por incorporarle su logo a la supuesta encuesta.
Reitero, aun en el cuchareo de encuestas, hay niveles. Poner a Calderón encabezando las preferencias electorales solo tiene un nombre: ridículo. Quien haya sido el autor.
twitter@jaimelopezmtz
