La guerra no consiste sólo en la batalla, sino en la voluntad de contender
Thomas Hobbes (1586-1679) Filósofo inglés
Y finalmente, parece un hecho que Alito se dobló. Lo doblaron. Habrá que reconocer que hizo esfuerzos por no ceder, pero es claro que no pudo más: los amagos de la 4T en contra de su libertad surtieron efecto. Amagos, hay que decirlo, sustentados en hechos, ni siquiera en invenciones. Es lo malo de tener la cola tan grande.
En la política, y sobre todo cuando se está en la oposición, opera como en la vida en general: solo quien tiene calidad moral está en condiciones de emprender lucha contra el poder. Los que tienen cola enorme rápido son aquietados. Es el caso de Alejandro Moreno, el tristemente famoso Alito, líder nacional del PRI.
Apenas unos cuantos audios filtrados por la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, ordenados obviamente por el presidente López Obrador, y el priísta Moreno rápido reculó de su belicosa posición anti 4T. El fin de semana una incondicional suya en la Cámara de Diputados, Yolanda de la Torre, presentó una iniciativa para modificar la Constitución a fin de que el Ejército esté en condiciones legales de seguir realizando labores de seguridad pública no hasta 2024, como está establecido, sino cuatro años más. Más a modo y a pedir de boca de López Obrador, imposible.
Con esa iniciativa, el priísta Moreno sabe que de facto rompe la alianza con PAN y PRD, referente a la moratoria legislativa acordada para arrinconar a la 4T, pero es claro que ese riesgo lo puso en segundo término, si a cambio envía una señal de claudicación ante el presidente y éste le garantiza que no pisará la cárcel. Y si se rompe la alianza legislativa, en consecuencia lo más probable es que se rompa la electoral del 24, justo lo que sueña López Obrador.
Es decir, Alito pretende canjear su impunidad por la viabilidad de Va por México, aunque ciertamente aún falta por ver si el PRI como tal y la bancada en San Lázaro, le secundan en esa traición a la alianza opositora, o lo dejan solo con algunos pocos de sus incondicionales.
Por lo pronto, una cosa queda clara: Alito fue vencido a las primeras de cambio, porque no tiene la calidad moral para resistir embestidas desde el poder. En lo dicho: es lo malo de tener la cola tan larga. Y a la pesadilla todavía le quedan 755 días.
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