spot_img
14.5 C
Morelia
jueves, julio 17, 2025

ÉTICA MÉDICA DE LA IRRESPONSABILIDAD

No desgasta el poder; lo que desgasta es no tenerlo

Giulio Andreotti (1919-2013) Político italiano

 

jaimelopezQue se definan protocolos de prioridad para determinar a quién debe intentar salvársele la vida en una disyuntiva extrema en casos de guerras, es normal; es diferente si nos referimos a una pandemia.

En una guerra, es inevitable que se tengan que tomar ese tipo de decisiones extraordinarias, y regularmente el criterio es priorizar a los más jóvenes. Es entendible, en una guerra es imposible prever escenarios y por tanto encararlos eficazmente.

Pero en un problema de salud, si bien éste puede llegar a salirse de control, es claro que hay más elementos para prever contingencias y desde luego para que no se llegue al extremo de tener que decidir, por parte de la autoridad, en este caso un médico, a quién debe dar prioridad a la hora de atender a un paciente.

Que hoy en México el gobierno comience a deslizar que habrá que poner en práctica protocolos de guerra para que los médicos decidan si conectar a un respirador a tal o cual enfermo de coronavirus, no es sino una manifestación de la irresponsabilidad criminal con la que ha manejado el fenómeno sanitario.

Cierto, en varios países se ha tenido ya que llegar a poner en práctica ese tipo de decisiones, pero son aquellos que, como el nuestro, fueron indolentes a la hora de definir y poner en marcha política públicas para prepararse para la pandemia. Pero también es cierto que en otros, como Francia, Alemania o Corea del Sur, con todo y el exorbitante número de pacientes, no se ha tenido que llegar a esos extremos de priorizar una vida sobre otra.

La clave, desde luego, es la preparación, en tiempo y calidad. Y si en México apenas hace tres fines de semana el presidente López Obrador grababa un video donde instaba a los ciudadanos a salir a la calle a comer y a actuar como si no pasara nada, es explicable entonces porque su gobierno actuó todo este tiempo con una ligereza criminal, una irresponsabilidad vergonzosa, que es insoslayable a la hora de analizar los porqué del inminente desbordamiento de la pandemia.

Y la mejor prueba, insisto, es que ya el gobierno comienza a anticiparnos que habrá que aceptar que se retire el respirador a un anciano para dárselo a un joven. De haber actuado a tiempo, de no seguir tirando cientos de miles de millones en obras faraónicas que sólo se ejecutan porque así lo dispone el emperador Andrés Manuel, y reorientar dicho recurso en equipar con anticipación hospitales y en comprar medicinas y enseres para que los médicos trabajen con mayor eficacia y seguridad, no habría necesidad de estar justificando porque habrá que dejar morir a ese anciano.

No, ese escenario extremo no era inevitable en México. Es resultado de la irresponsabilidad de un gobierno, de un presidente en particular. Las cosas, como son.

twitter@jaimelopezmtz jaimelopezmartinez@hotmail.com

Noticias Recientes
spot_img
Noticias Relacionadas