spot_img
13.5 C
Morelia
sábado, julio 19, 2025

EXTORSIÓN DE CUELLO BLANCO

Perdona a tus enemigos, pero nunca olvides sus nombres

John F. Kennedy (1917-1963) Presidente de Estados Unidos

 

jaimelopezEn estricto sentido puede no serlo, pero cómo se asemeja a una extorsión lo sucedido la noche del miércoles en Palacio Nacional: el presidente López Obrador convoca a la crema y nata del empresariado mexicano, a los ricos de entre los ricos…para extorsionarlos, o algo muy parecido.

Con el garlito de disfrutar de una rica tamaliza, los hombres del dinero, a sabiendas de lo que van, ahí están. Se les ha convocado para que participen en la rifa de la Lotería Nacional del 15 de septiembre, cuyos premios principales son terrenos del gobierno federal en las costas sinaloenses. Lo recaudado, según la versión oficial, se destinará a la construcción de dos presas en esa entidad.

Al llegar a su lugar en la mesa asignada, cada uno encuentra una hoja en la que se le pide señalar, no si quiere aportar voluntariamente comprando uno o más cachitos, sino cuánto dinero va a comprometer. Los pobretones, o los “codos”, tienen la opción de donar “solo” veinte millones de pesos, o con un poco de esfuerzo, veinticinco. Los más poderosos pueden lucirse con cincuenta millones y los que de plano quieran echar la casa por la ventana y demostrar que con ello no hay crisis que valga, puedan optar por “cincuenta millones o más”. Hay piso, pero no techo. Obviamente, se incluye el número de cuenta de Santander en el que deberán hacerse las transferencias, y el infaltable “nombre y firma” en la parte de abajo.

En realidad, no es un método nuevo para los empresarios. Ya antes habían sido invitados a degustar también unos riquísimos tamales de chipilín, a cambio de comprar boletos para la rifa del avión presidencial. Y aunque aquella ocasión fueron víctimas de un vil atraco por el presidente, porque todos compraron boletos y el avión jamás se rifó, ahora vuelven a ser asaltados en pleno Palacio Nacional. Asalto, habrá que decirlo, con el consentimiento de las víctimas, lo que, supongo, reduce la responsabilidad del atracador, por aquello de que el que por su gusto es buey, hasta la coyunda lame.

En realidad, el presidente está vendiendo protección, fiscal sobre todo. Aguas con el que no colabore, porque ahí está el temible SAT para cobrar la afrenta. Justo como los cárteles del crimen organizado, que extorsionan con dinero a cambio de protección. En el fondo, no hay mucha diferencia. Una extorsión es una extorsión, de cuello blanco, pero extorsión.

A la pesadilla le quedan todavía 795 días.

twitter@jaimelopezmtz

Noticias Recientes
spot_img
Noticias Relacionadas