spot_img
15.5 C
Morelia
domingo, julio 13, 2025

EXTRADICIÓN DE ASESINO, ¿CÓMO PARA QUÉ?

Nada grandioso fue jamás conseguido sin peligro

Maquiavelo (1469-1527) Filósofo italiano

 

jaimelopezEl afán de protagonismo y de acaparamiento del debate nacional del presidente López Obrador, raya ya en lo enfermizo. Si no hay tema específico, se las ingenia –en eso sí es eficaz, hay que reconocerlo-, para encontrar uno que poner en la mesa, a fin de que en ningún momento deje de ser él el centro de atención nacional.

Su nueva joya es un anuncio que es en sí mismo una inutilidad, pero cumple el objetivo de no perder reflectores: tramitará la extradición del sujeto que tiroteó a cientos de asistentes a un centro comercial en El Paso, Texas hace un par de semanas, matando a una veintena, entre ellos a ocho mexicanos.

López Obrador sabe que Estados Unidos no aceptará jamás esa extradición, primero porque no se reúnen los requisitos formales para ello, y segundo, porque al tratarse de un asesino cuyo comportamiento es el de un terrorista en la visión legal norteamericana, al gobierno de Donald Trump le es imposible deshacerse de él, se volvió un objetivo judicial de primer orden para enviar una señal de cómo se trata a un terrorista en el vecino país.

Pero el solo anunciar esa posibilidad, hace que se inflamen de orgullo los pechos de los lopez obradoristas, por la actitud patriótica y de solidaridad nacionalista, que busca asegurarse que el asesino de ocho mexicanos tenga el castigo que merece. Y con eso ya ganó AMLO.

Por mero sentido común: ocho de los muertos fueron mexicanos, pero catorce eran norteamericanos; luego entonces, ¿cómo por qué aceptaría Estados Unidos extraditar al asesino, si la mayor parte de sus homicidios fueron contra connacionales suyos?

Además, ¿cómo para qué querría México hacerse cargo del asesino?, ¿para asegurarse un castigo ejemplar o, al contrario, para disminuirle la penalidad que encontraría en Estados Unidos? La pregunta no es ociosa, si nos atenemos al pesar que le causó a López Obrador sabe que el Chapo Guzmán estaría el resto de su vida en una celda de cuatro por cuatro metros cuadrados. Y si el Chapo debe miles de vidas y al presidente las condiciones de su celda le generan compasión, ¿qué le producirá entonces alguien que “solo” mató a ocho mexicanos? En esa lógica, no sería raro que lo dejara en libertad, al tener su alma conmiseración del asesino de El Paso.

Pero aun suponiendo que el presidente quiera la extradición para asegurarse de una condena severa, ¿qué garantiza que no se escapará de una cárcel? Nada, para ser francos. Vaya, lo más probable es que terminara fugándose, dado el nivel de corrupción que priva en todas las cárceles mexicanas.

Como se ve, desde cualquier ángulo eso de pedir a Estados Unidos la extradición del asesino de El Paso, no es sino un chistorete de López Obrador, y como tal hay que tomarlo. De ese nivel no pasará. Al tiempo.

jaimelopezmartinez@hotmail.com twitter@jaimelopezmtz>

Noticias Recientes
spot_img
Noticias Relacionadas