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domingo, julio 13, 2025

FERIA DE LA MICHELADA, NO DEL MOLE

jaimelopezCuanto más siniestros son los designios de un político, más estentórea se hace la nobleza de su lenguaje

Aldous Huxley (1894-1963) Escritor británico

Hace mucho que la llamada Feria del Mole, en la tenencia de Santa María de Guido, dejó de serlo, para volverse la Feria de la michelada. Y la otrora fiesta familiar que era esperada en todo Morelia el 15 de agosto, hace mucho también que no lo es más, hoy es sólo motivo de congregación de jóvenes alcoholizados y drogados provocando reyertas y justificación para bailes con narco grupos, jaripeos y hasta peleas de gallos, obviamente clandestinos.

La gente armada pulula impunemente y la Policía brilla por su ausencia. Cuatro o cinco puestos con señoras vendiendo mole, dan pie para que el evento siga llamándose así, la Feria del Mole, aunque en realidad lo que prevalezcan son los negocios expendedores de cerveza, micheladas y mezcal y de discos y artículos piratas.

Este jueves 15 no fue la excepción. En tanto están presentes las autoridades que acudan al lugar con motivo de la Feria del Mole, digamos que la cosa está razonablemente controlada. El problema comienza luego, al caer la tarde. Las escasas familias se alejan y se da lugar al espectáculo del alcohol y las riñas. Todo, hay que machacar en ello, ante la ausencia casi total de la Policía.

Es claro que ninguna autoridad tiene control del escenario. Santa María, pese a ser parte del área urbana de Morelia de manera destacada, en realidad sigue patrones de conducta como los de las poblaciones rurales de la tierra caliente, donde no hay ley que valga, salvo la que imponen las armas que los asistentes portan.

No hay control alguno en horario de alcohol o para impedir que éste se venda a menores, menos en meter en cintura a los rijosos o siquiera para salvaguardar las viviendas de los vecinos, cuyos frentes son tomados por baños públicos.

Qué lejos quedaron las originales festividades de Santa María. Hoy lo del mole es un decir para justificar que las autoridades aprueben recursos para apoyar “la fiesta”. Ni hablar, a eso cayeron dichas fiestas, a volverse la feria de la michelada y las riñas. Otra arista más de la impunidad que ahoga a nuestra sociedad. jaimelopezmartinez@hotmail.com twitter@jaimelopezmtz>

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