El poder de infección de la corrupción es más letal que el de las pestes:
Augusto Roa Bastos (1917-2005) Novelista paraguayo
Carlos Torres Piña trae un ritmo frenético en redes sociales. No parece ser el camino más propio para un fiscal.
Particularmente durante el último año, el de Paracho ha incrementado notablemente su presencia en redes sociales, compartiendo todo, y todo es todo, desde cosas insulsas como practicar pesas en el gimnasio y detenerse a comer en la fonda de Chonita, hasta otras de mayor trascendencia como sus reuniones de trabajo, primero como secretario de Gobierno y ahora como fiscal del estado.
En Segob podría entenderse, que no necesariamente justificarse, su “estrategia” en redes, pero al frente de la Fiscalía parece fuera de lugar. De quien tiene la responsabilidad de procurar justicia cabe esperarse mesura, perfil bajo, discreción incluso. Un fiscal, marcan los cánones, debe sólo aparecer mediáticamente cuando haya un escenario especial, casi excepcional, como presentar a delincuentes de alto impacto detenidos, por ejemplo. Un fiscal que todo el día está en redes, con hasta una decena de intervenciones por día, va perdiendo la seriedad y el prestigio que el cargo reviste. Y cuando sale a fijar una postura o a hacer un anuncio de resultados, ya no tiene el mismo impacto por el “choteo” que él mismo se ha impuesto. Vaya, es exposición injustificadamente abrumadora la de Torres Piña. No encuentro argumentación sólida alguna para asimilar esa “estrategia”.
No es un tipo mal intencionado ni falto de preparación académica, y por lo mismo resulta difícil de entender que Torres Piña no haya dimensionado los riesgos que conlleva una exposición en redes tan frenética, tan desaforada. Es de esperarse que caiga en esa cuenta y recobre un manejo austero, institucional, firme, muy firme, pero con el sentido común por delante. Veremos si tiene el talante para entender que no es ese tipo de fiscal el que necesitamos. No ocupamos un fiscal influencer, sino uno concentrado 24-7 en su delicada y reservada tarea. Está a tiempo de recuperar el camino. Pero para eso primero deberá reconocer esa realidad y la necesidad de ajustar. Parece a la distancia ser un tipo no cerrado. Veremos si se comprueba esa descripción de su perfil, en los hechos.
X@jaimelopezmtz
