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miércoles, julio 9, 2025

GRIS, EL COLOR DE CRISTINA PORTILLO

Siempre, es una palabra que no tiene valor en la historia y, por consiguiente, que no tiene valor en la política

Manuel Azaña (1880-1940) Político español

 

jaimelopezCristina Portillo es una mujer de muy escasas capacidades y de menores resultados, pero de enorme estrella, y tener estrella en la rupestre política mexicana, y aún más en el arrabal de la llamada izquierda, es lo que cuenta para acceder a cargos de élite.

Y esa estrella la ha sabido combinar con un impecable manejo del chantaje político y, en el último tramo, con la sapiencia para ubicar el momento justo de abandonar al barco perredista que se hundía y emprender el salto al de Morena. Hoy, la conjunción de todos esos factores la tiene de nueva cuenta con un pie en el Congreso del Estado.

Portillo ha sido diputada federal y local en dos ocasiones, y si hubiera que calificar su largo paso legislativo, es el de mediocre, ineficaz e intrascendente. Empero, ello no fue limitante para que Morena, que ya se sabe, recogió cuanto cascajo encontró a su paso, la incluyera en las listas plurinominales en una inexplicable posición de privilegio, que le alcanzó para hacerse, otra vez, de una curul local.

Dado que la congruencia no parece ser su mejor prenda, Portillo, no tendrá empacho en torpedear en la 74 legislatura al gobierno perredista de Silvano Aureoles, pese a que al PRD le debe todas las posiciones de privilegio inmerecido que ha tenido en su carrera.

Inmerecido, porque claramente en ninguno de sus anteriores pasos como diputada, local o federal, ha dejado siquiera alguna huella de productividad, de resultados, de eficacia en algún sentido. Es, como legisladora, el color gris en todo su magno esplendor.

Portillo representa nítidamente lo que significó el tsunami lopezobradorista: a cualquiera, literalmente cualquiera, llevó a posiciones de poder, sólo con ponerse la camiseta morena. Imposible pensar que hubiera llegado al Congreso por otra vía que no fuera la del regalo disfrazado de plurinominal, vía que conoce a la perfección.

Y si en el PRD nunca fue una esteta del ring, sino una peleadora de descontón callejero, ahora en la bancada de Morena puede anticiparse que “pulirá” sus dotes naturales para el chantaje y el oportunismo. Ni hablar, tener que sufrir a diputados como Portillo, es otra consecuencia de dicho tsunami.

¿Y de resultados?, igualmente puede apostarse desde ahora doble contra sencillo: cero. Si no, al tiempo.

jaimelopezmartinez@hotmail.com twitter@jaimelopezmtz>

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