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jueves, mayo 15, 2025

GUARDIA NACIONAL, CON EL PIE IZQUIERDO

La seguridad no es cara, es inestimable

Jerry Smith (1994-?) Artista brasileño

 

jaimelopezSi nos atenemos a que mal inicia la semana para el que ahorcan en lunes, mal, muy mal inicia su vida la Guardia Nacional, porque la ahorcaron también desde el principio por, al menos, cinco factores:

Uno, porque al designar al General Luis Rodríguez Bucio como comandante de la Guardia Nacional, el presidente López Obrador está incumpliendo un compromiso político con la oposición a Morena, cuyo líder en el Senado, Ricardo Monreal, ofreció a priístas, panistas y perredistas que al frente de la Guardia se designaría a un civil, no a un militar. Con ese ofrecimiento, López Obrador pudo tener los votos que requería para aprobar su Guardia de parte de la oposición que hoy, y con razón, se siente traicionada. No honrar su palabra, deja muy mal parado al presidente.

Dos, porque el propio tabasqueño va en contra de su posición histórica, respecto del riesgo de militarizar las tareas de seguridad pública en México. En efecto, no sólo en su campaña política del año pasado, sino desde hace al menos una década, AMLO ha sido un férreo crítico de que los militares se enrolen en las tareas policiacas. Hoy, tiene que tragarse sus palabras y amén de impulsar con todo su Guardia Nacional, claramente militarizada, designa al frente a un personaje castrense.

Tres, porque si bien es un hecho que en el combate al crimen organizado la presencia militar es imprescindible, también lo es que en tareas de seguridad o prevención del delito, la militarización no ha dado resultados en ninguna parte del mundo.

Cuatro, porque con su Guardia a modo y bajo sus exclusivas órdenes, López Obrador acrecienta las sospechas de que en realidad lo que busca es tener un cuerpo militar y policiaco que le garantice lealtad y cobertura a la 4T, como valladar de voces y movimientos sociales críticos, tal y como ha sucedido siempre en Sudamérica.

Y cinco, porque el organigrama y modelo operativo de la Guardia es tan complejo, que da la impresión de que ni el presidente ni nadie conoce a cabalidad cómo funcionará, menos qué estrategias y objetivos de largo alcance tiene. Las suspicacias se fortalecen cuando se escucha al presidente, a la secretaria de Gobernación y al secretario de Seguridad Pública, dar por separado sus versiones sobre objetivos y alcances de la Guardia. Cada quien ofrece visiones hasta contradictorias, lo que hace suponer que la GN no tiene ni pies ni cabeza.

En fin, es claro que la Guardia Nacional no comienza con el pie derecho, tanto, que apenas horas después del anuncio de su comandante, se vino la cascada de críticas, precisamente por el perfil militar de él, desde la Comisión Nacional de Derechos Humanos, que amaga con controvertir la designación, hasta la oposición a Morena en pleno, pasando por las organizaciones de la sociedad civil, estudiosos del tema de inseguridad y medios de comunicación. No hay, de hecho, voces de respaldo, a no ser de morenistas. No es casualidad la preocupación que genera la militarización de las tareas de gobierno en materia de seguridad. Por algo será.

jaimelopezmartinez@hotmail.com twitter@jaimelopezmtz>

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