En política lo importante no es tener razón, sino que se la den a uno
Konrad Adenauer (1876-1967). Político alemán
Pues no paramos en sorpresas con Andrés Manuel López Obrador y el estilo que le pretende imponer a su gobierno. Resulta ahora que además de los coordinadores estatales, plenipotenciarios, a los que ya podemos ir nombrando auténticos virreyes que representarán, como en la Colonia, a todo el gobierno federal en cada entidad, habrá mini virreyes o “virreicitos”. Virreyes en chiquito, pues.
En efecto, los coordinadores estatales han nombrado a su vez “delegados” regionales, ya palomeados por López Obrador. En el caso michoacano, según explica Roberto Pantoja, el próximo virrey, habrá trece. ¿Y luego los mini virreyes regionales designarán a su vez “príncipes” municipales, y éstos a otros miembros de la realiza en cada tenencia, y luego en las manzanas o por calles?, ¿o cómo?
Si ya la figura del coordinador estatal es políticamente inviable y altamente cuestionada, la de los virreicitos en cada región lo será más. De hecho, ya los alcaldes panistas michoacanos denunciaron este martes que los “delegados” regionales ya comenzaron a convocar a ediles, a marcarles línea, a instruirles la forma en que se va a “gobernar” en sus regiones, con la soberbia que está caracterizando a Morena y a las huestes lopez obradoristas.
Pantoja no tuvo más remedio que aceptar en entrevista con este reportero, que efectivamente él propuso, y López Obrador, avaló, a los trece “delegados” regionales en Michoacán, pero negó que ya estuvieran ejerciendo alguna función. Asegura que será hasta diciembre cuando comiencen a operar.
Aceptando, sin conceder, que Pantoja les haya ordenado a sus delegados regionales que mantuvieran un bajo perfil para que ni siquiera se supiera que había sido aprobada por López Obrador esa figura, no queda entonces sino suponer que aquellos se brincaron las trancas y aún sin nombramiento oficial ya comienzan a hacer de las suyas, auto proclamándose como los nuevos reyes en cada región, los “representantes de Andrés Manuel”, los que manejarán los presupuestos federales para su región, los que dirán qué obra sí y qué obra no se hará, los que autorizarán programas gubernamentales. Los que partirán el queso, en pocas palabras.
Por supuesto que los panistas tienen razón al evidenciar el fenómeno, y se entiende que Pantoja niegue los cargos, porque lo que sí es seguro es que él queda mal parado, dado que obviamente la instrucción de López Obrador fue no hacer bulla con el tema, no por lo menos hasta diciembre. Pero resulta que a los mini virreyes regionales se les cuecen las habas porque en sus regiones sepan que desde ahora, no desde diciembre, sólo sus chicharrones truenan.
Ello anticipa lo que pasará con las figuras de los representantes gubernamentales en cada estado, y ahora en cada región, y quién sabe si luego en municipios y tenencias: serán perfiles de muy escaso nivel, que jamás han tenido nada y que el poder los enloquecerá, la soberbia se apoderará de ellos, el autoritarismo lopez obradorista lo reproducirán en su nivel de influencia y, al final, el caldo saldrá más caro que las albóndigas, respecto de lo que supuestamente se pretende al eliminar las actuales delegaciones en los estados. Si no, al tiempo.