Solo hay una regla para los políticos: no digas en el poder lo que decías en la oposición
John Galsworthy (1867-1933) Novelista inglés
El múltiple asesinato en el exterior de un antro ubicado en la avenida Ramírez Miguel de esta capital, desnudó una serie de deficiencias y/o complicidades que explican porqué Morelia se ha convertido en una de las ciudades más peligrosas, con índices crimínales absolutamente fuera de control.
Primero: el lugar es un prototipo del grado de impunidad con el que se manejan los antros, que jamás respetan horarios de funcionamiento, sin que haya autoridad que los meta en cintura, casi siempre por temor de los inspectores municipales, que saben los vínculos que la mayor parte de esos sitios tienen con grupos delictivos que venden protección.
Segundo: la pasmosa facilidad con que los asesinos llegan al lugar, bajan hasta con relativa tranquilidad, disparan a mansalva, y vuelven a sus vehículos para huir sin problema alguno. De terror la escena. Ninguna patrulla pasó de casualidad por el lugar.
Tercero: la comprobación de que el civil que no anda armado es porque no quiere. Tres vehículos con asesinos fuertemente armados circulan por las calles de Morelia con la mayor facilidad, porque las autoridades tienen temor a realizar operativos de desarme en la vía pública.
Cuarto: la corroboración también de que la Guardia Nacional es un elemento decorativo en el escenario de criminalidad que vive el país, y al cual desde luego Morelia no es ajena. ¿Para qué sirven los anuncios de la llegada de cientos o miles de efectivos, si no se cuenta con ellos siquiera para patrullar las calles, ya no digamos para confrontar a los crimínales?
Y quinto: el hecho es la prueba contundente de que Morelia es sede de cárteles. Las ejecuciones del lunes por la madrugada en la Ramírez Miguel tienen todo el sello de los ajustes de cuentas entre bandas antagónicas.
Eso sí, demos por hecho que difícilmente habrá detenidos y que en pocos días el antro estará operando de nueva cuenta. Nadie, salvo los familiares de los jóvenes ejecutados, recordará el hecho y a seguir como si no pasara nada. Y es que sí, no pasa nada. Al tiempo.
twitter@jaimelopezmtz
