La corrupción viene de la cabeza, es decir, de creer que el poder corrompe siempre:
Norbert Bilbeny (1953-?) Catedrático español
No es mala idea la de Alfredo Ramírez Bedolla: que los vecinos de Villas del Pedregal presionen, vía la recolección de firmas, para que el IMSS cumpla su compromiso de construir en esa unidad habitacional ubicada al poniente de la ciudad, un hospital de alta especialidad.
Este domingo estuvo el gobernador en el populoso fraccionamiento, y sin que mediara reclamo alguno de sus habitantes, les combinó a presionar al IMSS en el referido sentido. Dijo sentir frustración por el incumplimiento del organismo, de ahí que lanzara tan singular propuesta a los vecinos.
Y es que hay que recordar que desde el inicio de su lamentable gestión presidencial, Andrés Manuel López Obrador aseguró que la mayor parte de las secretarías y de los órganos descentralizados federales, se reubicarían en el interior del país. A Morelia, según el contumaz mitómano, se vendría el IMSS. Como sucedió en todo su gobierno, la promesa de descentralización quedó en anuncio. Nada salió de la Ciudad de México. Todo sigue igual.
En realidad nadie le creyó a López Obrador, salvo Ramírez Bedolla, que supuso que un eventual traslado de las oficinas centrales del instituto generaría a Morelia una importante redinamización económica. Y en sentido estricto tenía razón el gobernador. De haberse concretizado el anuncio del tabasqueño, en efecto hubiera sido de alto impacto al desarrollo de Morelia. De hecho, Bedolla ordenó la agilización de la donación al instituto del predio que por décadas ocupó el Cereso David Franco Rodríguez.
Pero rápido se dio cuenta del embuste presidencial; solo que por razones obvias no lo podía advertir públicamente, así que procedió a negociar con el alto mando del IMSS que si no se iba a dar la reubicación, a cambio se construyera un hospital de alta especialidad, para lo cual el ayuntamiento colaboró también con la donación del terreno en Villas del Pedregal.
Pero los meses y los años pasan, y ni reubicación ni hospital. Eso sí, el Seguro ya tiene en su poder sendos terrenos de enorme valor comercial en Morelia.
De ahí que sea entendible la exasperación de Bedolla, pero más debiera ser de los morelianos, que le “regalamos” alrededor de diez hectáreas en dos predios al Seguro Social, a cambio de nada. Como que ya va siendo hora de que cumpla compromisos y honre palabra.
X@jaimelopezmtz