Para liberarse, la mujer debe sentirse libre, no para rivalizar con los hombres, sino libre en sus capacidades y personalidad
Indira Ghandi (1917-1984) Primer Ministra de la India
Amén de ilegal, la decisión del INE de obligar a los partidos a postular a mujeres para las elecciones de gobernador en al menos siete estados, es profundamente denigrante para ellas. A contracorriente del mensaje que demagógica y populistamente quieren enviar los consejeros del instituto, regalar espacios a las mujeres atenta contra la dignidad de ellas.
Está claro que el INE ha asumido un protagonismo innecesario y vergonzoso. En lugar de erigirse como el organizador serio, objetivo y apegado al marco legal del proceso electoral, da pasos para ser el bufón de la fiesta, al amparo de medidas ilegales, aunque eso sí, políticamente correctas.
El INE sabe que no tiene atribuciones para legislar y pese a ello resuelve que los partidos nominen, obligadamente, al menos a siete mujeres de los quince candidatos a gobernador. Se ampara en el prurito de la equidad de género y la necesidad de garantizarla en el proceso electoral. Nada más falso: el INE actúa para “quedar bien” con una causa que difícilmente alguien puede cuestionar, como es la lucha por la equidad. Así, cuando cualquier partido o aspirante rechazado por ser hombre, seguramente gane un recurso jurídico ante la Corte, el INE se lavará las manos y acusará con dedo flamígero a los ministros, que quedarán ante la opinión pública como los misóginos, lo mismo que analistas y políticos que osen fustigar el resolutivo.
En lo legal, no le asiste la razón al INE: la facultad de legislar compete, perogrullada al canto, a los legisladores. Punto. Pero al margen de ello, los consejeros electorales denigran a la mujer al enviar el mensaje implícito de que sólo con calzador puede acceder a cargos de elección importantes. Está probado que la mujer suele ser más eficiente, productiva y honrada que el hombre, en términos generales, en cualquier actividad, incluida desde luego la política. Luego entonces, resoluciones como la del INE lo que hacen en realidad es poner en duda esos atributos intelectuales femeninos.
Por lo pronto, el Senado ha anunciado que irá a controversia, misma que sin duda ganará. ¿Qué necesidad tenía el INE de hacer el ridículo?
La lucha social debe ir encaminada a obligar a los partidos a postular a sus mejores cuadros, indistintamente de su género, y eso se califica en las urnas; esa es equidad, esa es justicia, no las demagogias en que incurre el INE que, por lo demás, dilapida lenta, pero inexorablemente, la poca credibilidad que le va quedando, en un fenómeno de auto extinción en el que parece empeñado, sin observar que desde Palacio Nacional alguien prepara el mazazo final. Al tiempo. twitter@jaimelopezmtz jaimelopezmartinez@hotmail.com