Democracia es el nombre que se la da al pueblo siempre que se le necesita
Marqués de Flers (1872-1927) Escritor francés
Para la senadora panista Kenia López Rebadán, es “inhumano” que el gobierno federal invierta 89 millones de pesos en la remodelación de un estadio de beis bol en Palenque, Chiapas, inmueble donde juega un equipo propiedad de Pío López Obrador, cuando el mismo gobierno regatea recursos para la compra de vacunas anti covid, lo mismo que para medicamentos de niños con cáncer y, en general, para el sector salud, como nunca abandonado a su suerte.
La senadora es bastante educada. En realidad, se trata de una auténtica mentada de madre a los mexicanos, a los enfermos de covid, a las familias de los 136 mil muertos en la pandemia –al menos 300 mil, dicen estudios científicos al margen de gobierno.
Destinar 89 millones de pesos a un estadio de beis bol, es la manifestación más nítida de la clase de presidente que tenemos: insensible al dolor humano, irresponsable, frívolo y, muy probablemente, en tal nivel de desestabilidad emocional, que sería inviable para seguir al frente del gobierno.
¿Cuántas vacunas se podrían comprar con 89 millones de pesos?, ¿cuántas medicinas para niños con cáncer?, ¿a cuántos médicos y enfermeras se les podría pagar estímulos extras por seguir en la línea de batalla en los hospitales?, ¿cuánto equipo de seguridad se podría comprar para el personal médico?, ¿cuántos equipos de oxigenación?
La mentada de madre es por todo eso, pero también por el uso de recursos públicos para remodelar un estadio propiedad del ayuntamiento de Palenque, cierto, pero sobre todo en el que juega el equipo de Pío López Obrador, el hermano incómodo, el que fue exonerado pese a las evidencias de recibir millones en efectivo como aportaciones particulares “para la causa”.
El gobierno justifica que se autorizaron esos recursos porque se trata de un inmueble deportivo público, lo que implica que es mera coincidencia que en él juegue el equipo de beis bol del hermano del presidente. Las unidades deportivas de los otros 2,445 municipios esperarán mejores tiempos.
Signos de nuestro tiempo en la 4T: la corrupción, la frivolidad, la insensatez, a todo lo que da.
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