Un rico sin liberalidad es como un árbol sin frutos
Demóstenes. (384-322 AC). Político y orador ateniense
¿Quién fuera a pensar que el “factor Fausto” pondría en predicamento, al menos a nivel Morelia, una alianza que en lo nacional parece sólida, como es la que conforman Morena, Partido del Trabajo y Partido Encuentro Social?
Hombre y político polémico, Fausto Vallejo también ha desatado una crisis en esa alianza tripartidista: mientras que Morena ha dicho que no apoya al ex gobernador y cuatro veces alcalde, PT y PES advierten que sí o sí harán candidato a Vallejo. Que con o sin Morena, él será su candidato a la alcaldía.
No puede soslayarse que con tal de tener a Vallejo como candidato, PT y PES son capaces de desafiar a Morena y, sobre todo, a su dueño, Andrés Manuel López Obrador, que no es poca cosa, en tratándose de un político, el tabasqueño, acostumbrado a que nadie ose no acatar sus instrucciones. Él dijo no va Vallejo en Morelia, pero PT y PES dicen, a contrapelo, sí va.
Y eso no es poca cosa. Ello refleja el peso que petistas y pesistas suponen que aún tiene Vallejo, tanto, que sus dirigentes son capaces de retar a López Obrador. Habrá que ver si a Reginaldo Sandoval y a Javier Valdespino no les sale el tiro por la culata, si su empecinamiento en incorporar a Vallejo como candidato en Morelia, no les es contraproducente, en términos de lo que el tabasqueño pueda generar en su reacción.
Habrá que destacar que en esa alianza, Morena es claramente el grande y PT y PES son la rémora, lo que hace aún más sorprendente que éstos dos reten al “gigante”, que en una de esas puede darse el lujo de mandar al diablo a las instituciones, no, perdón, al PT y al PES, como castigo a su “insurrección”.
La pregunta es si tan monumental reto se justifica, es decir, si vale la pena para petistas y pesistas desafiar a López Obrador y a Morena, con tal de nominar a Vallejo. Me queda claro que si con los tres partidos en su apoyo sería complicadísimo ganar para Vallejo, sin el concurso de Morena las posibilidades se reducen casi a su mínima expresión. De ahí que resulte extraño el empecinamiento de Sandoval y Valdespino.
Por lo pronto, es evidente que la alianza Morena-PT-PES queda desde ya maltrecha, y no solo a nivel local, dado que ya el mismísimo López Obrador se subió al ring, acaso porque suponga a Vallejo parte de su trillada “mafia del poder”.