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miércoles, julio 30, 2025

UNA DE CAL…

El mejor gobierno es el que deja a la gente más tiempo en paz

Walt Whitman (1819-1892) Periodista norteamericano

 

jaimelopezLos últimos tiempos no han sido precisamente los mejores para la Suprema Corte de Justicia de la Nación, dado que la mayor parte de sus fallos, sobre todo los más relevantes, parecen siempre envueltos en papel de regalo para el Poder Ejecutivo, o su apéndice, la Fiscalía General de la República.

Pero como en toda regla, hay las excepciones. Y este lunes, se presentó una de ellas: la Corte, por decisión unánime de sus integrantes, invalidó la reforma a la Ley Federal de Telecomunicaciones de 2017, en materia de derecho de las audiencias, que obligaba a los conductores de noticieros y programas de análisis y comentarios, de las estaciones concesionadas de radio y televisión, a marcar una clara distinción entre “información” y “opinión”.

Cual si las audiencias de radio y televisión estuvieran conformadas por retrasados mentales, ese año el Poder Legislativo modificó la referida ley, para obligar a que todo noticiero aclarara específicamente si lo que presentaba eran informaciones u opiniones. Así, a cada evento noticioso dado a conocer, el conductor debía advertir: “la siguiente es una nota informativa”, y si él emitía un comentario al respecto, aclararía antes: “la siguiente es la opinión de su servidor”. Parece estúpida la medida. Es estúpida.

Pero esa estupidez fue revertida este lunes por la Corte, al echar abajo dicha reforma, lo que obligará al Poder Legislativo a volver al inicio del proceso si insiste en una modificación legal en ese sentido, aunque evidentemente con la acotación de que ya no podrá hacerlo bajo esa óptica absurda. Cierto, habrá que ver si los legisladores, muy ad hoc con los tiempos que corren, no se acogen a aquello de que nadie les salga con que la ley es la ley, y mandan al diablo a la Corte. Puede ser. Hoy, en los tiempos cuatroteístas, eso y más es posible. Nada es descabellado ya.

Claramente, la Corte tuteló el derecho a la libre expresión y cortó de tajo una reforma fascistoide, de corte dictatorial. Bien, pues, por el Poder Judicial, con todo y que sea una de cal por las que van de arena. Más de cal no vendrían mal. Y a la pesadilla, todavía le quedan 763 días.

twitter@jaimelopezmtz

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