spot_img
33.1 C
Morelia
miércoles, mayo 14, 2025

JEFATURAS REGIONALES

No es tarea fácil dirigir a los hombres; empujarlos, en cambio, es muy sencillo

Rabindranath Tagore (1861-1941) Filósofo hindú

 

jaimelopezConcentrar o desconcentrar el gobierno, ha sido tópico histórico en el ejercicio del poder. ¿Qué resulta más eficiente y económico, desaparecer oficinas representativas del gobierno central y que éste absorba toda la conducción de las tareas, o que el mandatario, cualquiera que sea su nivel, sólo coordine desde sus oficinas y despliegue en su territorio de gobierno oficinas y funcionarios que garanticen que las acciones y programas aterricen con efectividad?

Seguro no hay una fórmula o receta que dé resultados en cualquier tiempo y con cualquier tipo de gobierno. En todo caso, siempre será fundamental la visión, grado de compromiso y, sobre todo, el perfil de quienes se responsabilicen ya sea de un proceso de centralización, como de desconcentración del gobierno.

Este primero de febrero, el gobernador Silvano Aureoles publicó en el Periódico Oficial el decreto que oficializa la creación de diez Jefaturas Regionales de su gobierno. Claramente a contrapelo de la política concentradora del poder del presidente Andrés Manuel López Obrador que, como se sabe, está en proceso de desaparecer prácticamente todas las delegaciones federales en los estados, para que todo se reduzca a un representante personal, los llamados súper delegados, Aureoles va en sentido contrario, seguro que la delegación de funciones y la desconcentración del ejercicio del gobierno es mejor vía.

No es medida inédita en Michoacán: en su momento el gobernador Víctor Manuel Tinoco Rubí igual creó diez coordinaciones regionales, con funciones similares a las Jefaturas de Aureoles. En teoría es más práctico para los gobernados que en su región puedan tramitarse y resolverse la mayor parte de los asuntos relacionados con la acción gubernamental, que tener que hacerlo en la capital. López Obrador no lo considera así, Aureoles sí.

Cualquiera con visión federalista y pragmática, optaría por la desconcentración gubernamental, pero ciertamente ésta enfrentar dos riesgos: la creación de facto de virreyes regionales y, como consecuencia de ello, que los objetivos medulares se vayan por la borda, porque el titular puede ver más por sí y su eventual proyecto político, que por la marcha institucional del gobierno en su región.

En esa lógica, para Aureoles será fundamental el perfil de quienes designe como Jefes Regionales: deberán ser personajes que entiendan a ojos cerrados el objetivo central de la iniciativa del gobernador; que garanticen a éste lealtad política; que entiendan, empero, el equilibrio entre lealtad y subordinación a ciegas, para que encaucen en positivo el grado de relativa autonomía de que gozarán; que estén absolutamente abiertos al escrutinio de la opinión pública y de las instancias institucionales encargadas de la rendición de cuentas y, sí o sí, que no vayan por “su” proyecto político, sino por el acercamiento del gobierno a los gobernados.

Aureoles no puede cometer el error de designaciones frágiles. El horno no está para bollos; debe desprenderse de la clásica distribución de posiciones muy al estilo de su partido, donde las tribus se reparten siempre el pastel. El cierre de su gobierno en mucho dependerá de cómo funcionen las jefaturas regionales. Por tanto, debe ir con perfiles probados, con sus colaboradores que durante este tiempo le han demostrado eficacia y resultados. Veremos.

jaimelopezmartinez@hotmail.com twitter@jaimelopezmtz>

Noticias Recientes
spot_img
Noticias Relacionadas

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí