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miércoles, agosto 6, 2025

JUDICIALIZACIÓN: QUE NADIE SE ESPANTE

Necesitamos líderes que no estén enamorados del dinero, si no de la justicia; que no estén enamorados de la publicidad, si no de la humanidad

Martin Luther King (1929-1968) Pastor bautista

 

jaimelopezCarlos Herrera Tello inició este lunes el largo y tortuoso camino de la judicialización del resultado de la elección de gobernador que, hasta ahora, no le favorece. Está en su derecho de hacerlo. Y Alfredo Ramírez Bedolla inició también este lunes el no menos tortuoso camino en la conformación de su plan de gobierno y de su gabinete. Está obligado a ello, aunque la elección se vaya a tribunales.

 

Cada uno por su lado, arrancan su propia ruta, pero ambos están en lo suyo, en lo que están obligados a hacer. Herrera, si tiene pruebas sólidas de irregularidades, como dice tenerlas, está obligado a acudir a tribunales y nadie puede cuestionarle que con ello propicie inestabilidad política y jurídica en Michoacán. Y Ramírez no puede esperar a que esos tribunales resuelvan el recurso de su oponente, para comenzar a armar su plan de gobierno y a delinear su gabinete. Su obligación es arrancar ya con ambos compromisos, al margen del desenlace de la querella jurídica de Herrera.

A éste le machacan que acepte la derrota, que no ponga en vilo al estado llevando a tribunales su inconformidad, y a Ramírez hay quienes le instan a esperar la resolución jurídica para comenzar a trabajar como gobernador electo, por aquello de que pudiera caerse su triunfo. Los dos están haciendo lo correcto.

Judicializar las elecciones no es sinónimo de generar incertidumbre social y política. Es la vía para dirimir dudas e inconformidades en un país de instituciones, como el que aún es México, aunque el presidente López Obrador se empeñe en empujar en sentido contrario. Es el método para no llegar a la violencia por conflictos pos electorales como hasta hace no mucho sucedía en Michoacán. De hecho, Alfredo Ramírez podría ser, paradójicamente, un beneficiario directo de la judicialización de la elección, habida cuenta que una ratificación de su triunfo en tribunales le daría aún más legitimidad a su gobierno, al disiparse cualquier sombra de duda respecto al desarrollo de la jornada de votaciones.

Por donde se le vea, pues, es plausible y a nadie debe espantar que la elección de gobernador termine en tribunales, primero en el estatal y luego, ya sin posibilidad de revire, en el federal. A todos conviene.

twitter@jaimelopezmtz

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