La democracia es el abuso de la estadística
Jorge Luis Borges (1899-1986) Escritor argentino
Antonio García Conejo jura y perjura que su voto a favor de la militarización de la seguridad pública no fue producto de presiones ni de amenazas desde el gobierno, ni para salvar a su hermano Silvano Aureoles Conejo de ir a la cárcel.
Siempre le he tenido estima personal al ahora senador perredista. Empero, debo decir que su actuación en la sesión de la Cámara Alta de este martes por la noche, fue preocupante y francamente decepcionante.
Él asegura, en Respuesta Radio, que su respaldo a la 4T fue en razón del convencimiento al que llegó de que ampliar cuatro años el plazo para que las fuerzas armadas realicen tareas de seguridad pública, es lo mejor para el país, dado que se pusieron los candados necesarios para que el Poder Legislativo supervise la actuación y los resultados de esa tarea. Apenas unos días antes, había votado en contra, pero al igual que nueve senadores priístas y el también perredista Miguel Ángel Mancera, a la hora de la votación definitiva, reculó, bajo esa justificación.
Niega con insistencia que lo hayan doblado, ni que lo extorsionaran desde el gobierno, o bien que a cambio de su voto su hermano Silvano no será perseguido por el gobierno de la 4T. Afirma estar tranquilo con su conciencia. Son los motivos del senador michoacano.
Sin embargo, si hablamos de razones, las hay para dudar de él. Apenas dos semanas atrás me hablaba, también en Respuesta Radio, de su rechazo vehemente a la iniciativa de referencia, fustigándola, criticándola con severidad. Y tenía razón: es un clavo más en el ataúd llamado México. Y solo bastó una visita del secretario de Gobernación al Senado para que nueve priístas y dos perredistas recularan. Un parvulito entiende que no hubo cambio de fondo entre la primera iniciativa y la que este martes se aprobó y que en realidad fue Adán Augusto López Hernández el que maniobró -¿chantajeó, amenazó?- a priístas y perredistas.
¿Fue el amago de ir contra Silvano Aureoles lo que dobló al senador? Es altamente probable que así haya sido. Como sea, la triste y preocupante historia se escribió. García Conejo, Mancera y nueve priístas, deberán cargar con la responsabilidad moral de haber colaborado con un régimen dictatorial que da pasos agigantados para militarizar al país. Vergonzosa su actuación. Absolutamente decepcionante el senador michoacano. Las cosas, como son. Y a la pesadilla, la pesadilla en la que ahora son protagonistas los senadores priístas y perredistas, todavía le quedan 726 días. twitter@jaimelopezmtz>
