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lunes, julio 14, 2025

LA APUESTA POR TORRES PIÑA

jaimelopezLos personajes universales, perfectamente conscientes de su inutilidad, son necesarios para calmar la conciencia colectiva

Alfonso Guerra (1940-?) Filósofo español

Una decisión salomónica es la que tomó este fin de semana el perredismo nacional, para dirimir el conflicto que amenazó en cierto momento con llevar la sangre al río: Antonio García Conejo encabezará la fórmula de la alianza de ese partido y el PAN en busca de la Senaduría por Michoacán, en tanto que Carlos Torres Piña va seguro como diputado federal por la vía del regalo, la de las posiciones de representación proporcional.

Un connotado perredista, hoy candidato a diputado federal, perdió una fuerte suma de dinero en apuesta con otro de reciente afiliación al mismo partido: el primero apostaba que Torres Piña sería el candidato a senador, el otro que lo sería García Conejo.

Es evidente que al perredista de toda la vida la ganó la simpatía personal, porque cualquiera con un mínimo de la lucidez que permite la objetividad, sabía que el candidato sería García Conejo. Cierto, en cualquier otra condición, Torres Piña seguramente hubiera no solo ganado, sino arrasado incluso, al ser una designación del Consejo Político Nacional perredista, en el que la tribu de este último es mucho más fuerte que la de García Conejo. Empero, no se trató nunca de una decisión “normal”, toda vez que al declinar en la búsqueda de la candidatura presidente del Frente PRD-PAN, el gobernador Silvano Aureoles se aseguró de llevar mano en las designaciones de candidatos a todos los cargos, federales o locales, en Michoacán. Por ende, aunque su hermano Antonio pertenezca a una de las tribus menos fuertes a nivel nacional, el acuerdo era que a Aureoles se le respetara Michoacán, por supuesto con su hermano a la cabeza.

Es decir, García Conejo no ganó la candidatura al Senado, era posición de Aureoles y éste así lo hizo valer. Era una designación cantada, que hasta un párvulo anticipaba. Simplemente, el PRD respetó acuerdos y punto. Por eso el hoy candidato federal deberá pagar una apuesta que no tenía sentido.

Pero como tampoco era cosa de dejar a Torres Piña fuera totalmente de la jugada, con inteligencia se le ubicó en una posición de privilegio en las listas de diputaciones federales regaladas, las llamadas plurinominales, y asunto arreglado para ambos. Ahora que en una de esas, García Conejo se queda con las manos vacías, porque su elección está seriamente complicada, con el PRI y Morena como serios contendientes también en la elección al Senado y, paradójicamente, su antagonista Torres Piña llega a San Lázaro. Esto último no está en duda.

De hecho, Torres Piña sabía que la candidatura al Senado estaba vedada para él, aun perteneciendo a la tribu más importante en su partido, y dedicó este tiempo al cabildeo que le garantizara ser incluido en lugar de honor en la lista de plurinominales para San Lázaro.

Como sea, es claro que el PRD maniobró con corrección la disputa entre ambos personajes: García Conejo está donde quería, aunque quién sabe si gane, y Torres Piña está no donde quería, sino donde podía, pero él, contrario al hermano del gobernador, va firme y absolutamente amarrado para San Lázaro. Si no, al tiempo. jaimelopezmartinez@hotmail.com twitter@jaimelopezmtz>

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