La política es el arte de disfrazar de interés general el interés particular
Edmond Thiaudiere (1837-1930) Escritor francés
Ingenuamente, hay quien supone que el anuncio del presidente López Obrador respecto a que se rifará el avión José María Morelos, es una de sus ocurrencias absurdas y que denotan una falta de visión congruente con los grandes problemas nacionales, banalizándolos; en lo absoluto.
Nada pasará: el avión presidencial no se rifará y no parece haber nadie con un mínimo de sensatez y cordura como para comprar un bien inútil para el 99.99 por ciento de los mortales, a menos que el gobierno negocie con algún empresario multimillonario que lo adquiera solo para que el presiente no haga el ridículo y luego se le asigne al comprador alguna obra importante para que recupere su inversión.
Pero, repito, nada pasará, menos la rifa; y es que lo que no entiende parece que casi nadie, es que es una muy bien elaborada cortina de humo de López Obrador para reducir el nivel de críticas sobre el pésimo inicio de actividades del Instituto Nacional de Salud para el Bienestar, el tristemente célebre Insabi, que ya estaba rayando en el peligro para la imagen presidencial.
Claramente, por primera ocasión en todo su gobierno, López Obrador vio el riesgo de perder parte de lo que más le importa, la popularidad entre su grey; y no es para menos, casi que de cualquier tema sus dislates, irresponsabilidades y necedades se le pueden perdonar, pero no cuando los niños comienzan a morir por falta de atención y de medicamentos.
Ahí sí se le prendieron las luces rojas al presidente, de ahí que tuviera que recurrir a su mayor destreza política: la magia para hacer olvidar un tema escabroso, sacando de la chistera un tema baladí, que él sabe que producirá polémica, críticas, memes, casi todos en su contra, pero preferibles al riesgo de ver caer su popularidad por culpa del Insabi.
Por supuesto que lo de la rifa del avión es un invento de López Obrador, un acto extremo intencional para desviar la atención de la falta de medicamentos y de atención por la absurda suspensión del Seguro Popular; un acto, hay que decirlo, absolutamente eficaz, inteligente, que logró su propósito, así sea momentáneamente: por al menos cuatro días, Insabi se volvió ojo de hormiga como tema de opinión pública, aunque no, claro, para los millones de afectados, y todo mundo se volcó hacia la cortina de humo que significó el avión que no tiene ni Obama, bueno, ahora ni Trump.
López Obrador es el tipo más brillante en la historia reciente de la política mexicana, en cuanto a la capacidad de desviar temas torales cuando le son adversos, inventando otros que posiciona fácilmente, siempre polémicos con toda intención. Ese es López Obrador, no caigamos en la trampa; doble contra sencillo a que no habrá rifa alguna del avión, el ardid ya cumplió su objetivo y si el Insabi vuelve a cobrar vigencia, como todo apunta dado que es la peor torpeza de la 4T, ya veremos cómo el presidente saca de la manga otro tema entretenedor de la atención pública, así parezca ridículo.
Ridículos sí, pero temas eficaces. Al tiempo.
twitter@jaimelopezmtz jaimelopezmartinez@hotmail.com
