Para el que no tiene nada, la política es una tentación comprensible, porque es una manera de vivir con bastante facilidad
Miguel Delibes (1920-2010) Novelista español
Sería muy sano que el presidente López Obrador se decidiera a hablar con la verdad en el tema de la contratación de los médicos cubanos, porque además es de dominio público esa realidad, solo que él se aferra a suponer que los gobernados somos ignorantes y desinformados.
Anuncia que su gobierno contratará, otra vez, a quinientos médicos de Cuba, bajo el pretexto de que no los hay en México.
Falso: los médicos mexicanos, primero, están mejor preparados que los cubanos; segundo, hay miles de desempleados y no porque no quieran ir a lugares remotos, sino porque el gobierno no los contrata.
La realidad es que Cuba ha hecho siempre gran negocio con la fama de que es una potencia en medicina. Otra falsedad: hace mucho que sus médicos se han rezagado porque no tienen la capacitación permanente ni la costosa tecnología que supone estar a la vanguardia en ese tema. Pero el gobierno isleño ha vendido siempre con éxito esa «fama», y siempre también ha encontrado países «amigos» que se prestan al engaño, como México.
¿Y cuál es ese engaño? Pues que en realidad la contratación de galenos cubanos es una mascarada para apoyar económicamente al gobierno isleño: el dinero del país contratante va directamente a las arcas gubernamentales cubanas, no a los médicos. No olvidemos que en Cuba, el gobierno es dueño de la vida de sus ciudadanos, y éstos están obligados a colaborar con «la causa» aportando mano de obra cuando se les requiera. Es el caso de los médicos, cuyo beneficio es casi nulo al ir a otro país a ofrecer sus servicios.
Miente también López Obrador cuando dice que los cubanos ganarán lo mismo que los doctores mexicanos. Éstos, en promedio en el sector salud, rondan un ingreso de unos 25 mil pesos mensuales. Cada médico que llegue del Caribe le costará a México 150 mil pesos, seis veces más.
Así, México le estará regalando a Cuba al mes unos 75 millones de pesos. 450 por un contrato de medio año. Nada mal para ser dinero gratuito.
Es la forma de colaborar de países, como el nuestro, «amigos» de la revolución cubana. Pero es tan obscena la treta que por eso hay que aparentar otra cosa.
Y si todo esto es de dominio público, no se entiende porqué López Obrador se mantiene en el discurso engaña bobos. Bueno, sí hay una explicación: le da resultado con su ignorante base social. Las cosas, como son.
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