spot_img
20.5 C
Morelia
domingo, julio 13, 2025

LA SOLIDEZ MENTAL DE AMLO

La política es casi tan emocionante como la guerra y no menos peligros. En la guerra podemos morir una vez, en política muchas

Winston Churchill (1874-1965) Primer ministro británico

 

jaimelopezLa primera ocasión pudo parecer un buen deseo, aunque obviamente ingenuo; luego ya comenzó a generar preocupación como un dislate recurrente; y al final ya prende las alarmas.

La insistente postura del presidente López Obrador, de suponer que con cariñosos llamados a los criminales y de conminarles a que no hagan sufrir a sus mamacitas con sus conductas delictivas, ya llegó a un nivel de absoluta alarma, porque no parece haber sino tres posibles explicaciones, a cual más de peligrosa:

La primera, que inocentemente suponga que tiene tal calidad y liderazgo moral, que le puede valer aún con los peores criminales para que abandonen el camino del mal, se arrepientan y vuelvan al del bien.

La segunda, que el Presidente esté consciente que su candidez es inútil, pero eche mano de ella porque no tiene la menor idea de qué tipo de estrategia debe instrumentarse para combatir a la criminalidad; es decir, que quiera, pero no sepa cómo.

Y la tercera, que ni quiera ni pueda, lo que implicaría una suerte de complicidad con la mafia. Esta posible explicación me parece la menos sólida, porque no hay antecedentes ni elementos para afirmarlo. Pero si por descarte nos atenemos a alguna de las dos primeras opciones para entender el absurdo y hasta infantil llamado del mandatario a la redención de los delincuentes, pues no queda sino entrar en estado de pánico colectivo.

Ante el gran flagelo de México, el gran cáncer, la inseguridad y la criminalidad, tenemos pues un presidente que estima que la solución es lanzar sus llamados amorosos a los delincuentes a que respeten al prójimo, o bien que ante su incapacidad en vislumbrar una fórmula de salida, prefiere volver la mirada a otro lado, mientras el país se desangra.

Creo sinceramente que la primera opción es la más sólida y ello es aterrador, aunque es muy probable que las dos sean complementarias, que no riñan entre sí.

Lo grave es que un presidente que cree que un sermón puede cambiar almas y espíritus, no es alguien con la estabilidad emocional para dirigir un país. Las declaraciones de López Obrador sobre el tema de la criminalidad, obligan a repensar si está apto, en lo mental, en lo emocional, para gobernar. Yo francamente tengo mis dudas.

twitter@jaimelopezmtz jaimelopezmartinez@hotmail.com

Noticias Recientes
spot_img
Noticias Relacionadas