La educación es la clave del futuro, la clave del destino del hombre y de su posibilidad de actuar en un mundo mejor
John F. Kennedy (1917-1963) Presidente de Estados Unidos
Aún la sola cifra oficial, o semi oficial, es escalofriante: en Michoacán se contabilizarían alrededor de catorce mil cadáveres que son ubicados en calidad de desconocidos. Empero, estimaciones de agrupaciones de activistas y de colectivos de familiares de desaparecidos, establecen que la cifra negra podría tranquilamente triplicarse o más. Pero aún si nos atenemos solo a catorce mil, constituye una verdadera afrenta a la dignidad social, una vergüenza como sociedad y un reto mayúsculo para el poder público.
Ante ese panorama, se urge a la creación de un panteón forense, a fin de que los cadáveres sin identificar no vayan a la fosa común, tanto por razones de dignidad humana como por mantener abierta la expectativa de ubicación con base en aspectos genéticos en algún momento dado.
Y esa es la cifra de cadáveres sin identificar. A ella habrá que añadir la de miles y miles de desaparecidos por todo el territorio estatal, cuyos cuerpos ni siquiera son localizados, para dimensionar, hasta donde sea posible, acaso la mayor tragedia de Michoacán en las últimas dos décadas: la de la criminalidad, el empoderamiento de los cárteles del crimen organizado, la inseguridad y, como colofón dantesco, la de la impunidad.
Un escenario de dos décadas en las que el poder público se ha desentendido, por omisión o por colusión, de su función rectora de la convivencia ciudadana, dejando que los grupos criminales asuman ese rol con su consecuente estela de muerte y desapariciones de decenas de miles de michoacanos, y no solo en la tierra caliente, región donde en un inicio se presentó más crudamente el fenómeno, sino ya regado éste por todo el estado.
Sí, será importante ese panteón forense, pero más lo es que el poder público en algún momento abandone su oprobioso papel de pasividad o incluso connivencia con la criminalidad y, por dignidad, reasuma el que le corresponde. Ya es mucha la sangre y el dolor causado. La tragedia de las desapariciones tiene que parar. Twitter @jaimelopezmtz