Os dieron a elegir entre el deshonor o la guerra; elegisteis el deshonor y tendréis la guerra
Winston Churchill (1874-1965) Político británico
Si Alejandro Gertz Manero sigue siendo fiscal de la república en los próximos días, habremos confirmado que México no tiene forma ya de revertir el peligroso camino por el que va rumbo a ser un estado fallido, en el que la ley es letra muerta y en el que el cinismo domina la actividad del servicio público por encima de la dignidad y la ética. En síntesis, confirmaremos que como país, perdimos la batalla de la sobrevivencia institucional y caímos, ahora sí, en el fango de la ley de la selva, del sálvese quien pueda.
Los audios revelados este fin de semana, en los que queda en evidencia que Gertz emplea las instituciones, en este caso tanto la Fiscalía como el Poder Judicial, para solventar asuntos personales y para torcer la ley, constituyen un golpe demoledor en su de por sí deteriorada imagen, pero también en la de los ministros de la Corte.
En cualquier país que se respete a sí mismo, la difusión de esos audios constituiría un obligado motivo de renuncia inmediata para el protagonista, el fiscal en este caso. Gertz no renunciará por supuesto, acostumbrado como está a la impunidad, a la falta de decoro y dignidad en el cargo que ostenta. Y dado que él no dará un paso de costado porque la ética es un término ausente de su diccionario personal, no queda sino alentar alguna de las opciones para removerlo, una legal y la otra política: la legal, que el Senado le instaure un juicio político, lo desafuere y lo separe del cargo, para lo cual hay amplísimos argumentos, y la política, que el presidente López Obrador opere para obligar a Gertz a separarse, por el incuantificable daño que le genera a su 4T y a él mismo, como cabeza.
Pero si en el Senado la mayoría de Morena le vuelve a garantizar un manto de impunidad al fiscal, o bien, si López Obrador no maniobra para su remoción, aunque sea no por el peligro que le significa al país, sino a su 4T, Gertz volverá a triunfar, como ha sido una constante siempre que ha violado la ley.
Y ni hablar de la vergonzosa posición en que los audios dejaron a los ministros de la Corte, comenzando por su presidente Arturo Saldívar, que al paso de los días no ha siquiera tenido la dignidad de desmentir que sea un títere del fiscal, como éste dejó entrever.
Días clave serán los siguientes, o para confirmar que México no tiene remedio, si es que Gertz libra este denigrante lance, o bien para alentar que aún estamos en tiempo de recuperar la dignidad y el decoro como país, si es que, bajo cualquier mecanismo, legal o político, el fiscal deja de serlo. Veremos.
twitter@jaimelopezmtz