Cuando un político dice que acabará con la pobreza, se refiere a la suya
Paulo Coelho (1947-?) Escritor brasileño
De entrada, deseo sinceramente que Alfredo Ramírez Bedolla se recupere del contagio de Covid que le fue confirmado apenas este lunes por la mañana. Su edad, estado físico y el estar vacunado, aunque sea apenas con la primera dosis, son factores para confiar en que superará sin mayores complicaciones el contagio. Le envío mis mejores deseos de que así sea.
Y seguramente, la experiencia le servirá para concientizarse de la importancia de seguir los protocolos sanitarios en esta pandemia, aún en condiciones políticamente adversas.
¿Por qué?, porque no hay que olvidar que apenas el jueves anterior, él y otros diez gobernadores electos de Morena sostuvieron una reunión-comida en Palacio Nacional con el presidente López Obrador.
De acuerdo con las imágenes que se hicieron circular, en la reunión claramente se violaron los más elementales protocolos sanitarios: nadie usó cubre bocas y la sana distancia brilló por su ausencia.
Ramírez Bedolla, hay que decirlo, se había conducido durante toda la campaña y luego de las elecciones, respetando esas reglas básicas de prevención del Covid. Empero, el jueves en Palacio Nacional sucumbió ante la presión de ser “políticamente correcto” frente a la irresponsabilidad con que a su vez López Obrador suele conducirse en este tema. Para él, ya se sabe, el cubre bocas, la sana distancia y los abrazos, son incómodas molestias, más allá de que a principio de año también se haya contagiado. Luego de recuperarse volvió a su conducción irresponsable.
Y el problema es que por tratarse del presidente, todos cuantos acuden a una reunión a Palacio con él, no se atreven a contrariarlo y a cumplir las normas sanitarias, y prefieren correr riesgos como los que corrieron todos los gobernadores electos que estuvieron ese jueves con López Obrador.
No sé dónde o cómo se haya contagiado Ramírez Bedolla. Quizá ni él lo sepa bien a bien. Pero claramente el jueves en Palacio estuvo en altísimo riesgo, o bien, si ya iba contagiado, él fue de gran riesgo para el resto de los comensales, incluido López Obrador.
Supongo que al enterarse de dar positivo, Ramírez notificó al presidente y a los otros diez gobernadores electos asistentes a la comida, para que tomen las providencias que el caso amerita. Y supongo también, que habrá hecho consciencia de que a López Obrador los morenistas le podrán copiar algunas conductas –para ser francos, no sé cuáles, pero ellos encontrarán algunas-, pero no su irresponsabilidad ante la pandemia. Esa cuesta vidas, mi estimado Alfredo. Otra vez, mis sinceros deseos de que te recuperes.
twitter@jaimelopezmtz