Más que como un juego de ajedrez, las relaciones internacionales son como uno de billar, con muchas bolas agrupadas:
Madeleine Albright (1937-2022)Secretaria de Estado estadounidense
Pocas designaciones diplomáticas habían recibido tantas críticas como la de Genaro Lozano, que a propuesta de Claudia Sheinbaum fue ratificado por la mayoría oficialista en el Senado como embajador mexicano en Italia.
En redes sociales se dio toda una confrontación tanto de críticas por la designación, como de defensa de la misma por parte de las cuentas pro gobierno.
Desafortunadamente, el meollo de los señalamientos de la oposición se basó en su condición de miembro de las minorías sexuales, lo que banaliza la discusión. En el fondo, nos debiera valer un comino las preferencias sexuales de Lozano, como de cualquier otra persona. En lo particular me parecen de pésimo gusto sus comentarios sexuales en redes, su forma de vestir, su forma de conducirse en medios, pero reconozco y defiendo su derecho a asumir esas posturas.
No nos confundamos: si muchos tememos que Lozano hará quedar en ridículo a la diplomacia mexicana no es por esas características personales suyas, sino porque no tiene la menor idea del trabajo que va a desarrollar. Si muchos consideramos injusta su designación, tampoco es por sus aficiones personales, sino por su ausencia absoluta de formación como diplomático, y porque antes de él hay decenas de servidores públicos con carrera en el servicio exterior esperando una oportunidad de ser embajador, y más en un país de la relevancia geopolítica de Italia.
Se le ubica como “internacionalista” con ganas de encontrarle alguna arista a su formación académica. Se desarrolló como comentarista en algunos medios de comunicación, siempre con la camiseta guinda por delante, y es activista de derechos de minorías sexuales. Párele de contar. A eso se reduce su “expertis” en el mundo de las relaciones internacionales.
Lozano adolece de cualquier pizca de méritos, pero Sheinbaum fue franca al “justificar” su designación: es alguien “que nos ha ayudado muchísimo” en el movimiento.
Es decir, la máxima lopezobradorista se mantiene: diez por ciento capacidad y noventa lealtad. Aunque con Sheinbaum el porcentaje parece estarse moviendo al uno contra noventa y nueve. ¿Qué sigue?, ¿que mandemos a Lord Molécula como embajador a Estados Unidos? Por el camino que vamos, que nadie se sorprenda si es así. X@jaimelopezmtz