Una cosa no es justa por el hecho de ser ley; debe ser ley porque es justa:
Montesquieu (1689-1755) Filósofo francés
Carlos Loret debe estar sumamente preocupado, porque con él es altamente probable que se “estrene” el nuevo poder judicial, el de la dictadura de la 4T.
No es casualidad que Pío López Obrador haya reaparecido en redes sociales apenas la semana previa al inicio de funciones de los nuevos juzgadores, los del acordeón, los leales a la 4T. En un video, Pío advierte que Loret y su medio, Latinus, deberán pagar por la afectación que él y su familia sufrieron luego de ser exhibido recibiendo sobres con dinero en efectivo de un funcionario del gobierno de Campeche. Su demanda es para que el periodista y el medio le paguen una indemnización de doscientos millones de pesos cada uno.
Al día siguiente de que Loret difundió el video, a mediados de 2020, el mismísimo hermano de Pío, Andrés Manuel, aceptó la autenticidad del material, aunque justificó que su hermano recibiera dinero en efectivo porque eran “aportaciones para el movimiento”. En la grabación, Pío aclara que el dinero era para su hermano.
Pues con todo y lo claro que es el material, y con la aceptación del entonces presidente, Pío decidió demandar a Loret y a Latinus, y ahora retomó la demanda aduciendo que el INE lo exoneró. Falso, el INE determinó que el video es auténtico, pero que no pudo darle seguimiento al manejo del dinero, porque no encontró rastro en el sistema bancario. Como si los López Obrador fueran tan torpes para abrir una cuenta bancaria y ahí depositar el dinero de las “aportaciones para el movimiento”.
Pío está envalentonado porque sabe que a partir del primero de septiembre, ya no hay jueces independientes, y que ninguno de los que asumieron ese día tendrá las agallas de amparar a Loret. Por eso esperó cinco años para cobrar venganza, él y su hermano.
Y Loret lo sabe. Sabe que cumplir su obligación como periodista al difundir el video, le puede ahora acarrear problemas graves, porque decir la verdad en una dictadura suele salir caro. La 4T, incluida en ella al nuevo poder judicial, prevé matar dos pájaros de un tiro sentenciando a Loret: que los López Obrador se cobren el agravio de que el periodista yucateco los haya exhibido y haya sido la auténtica piedra en el zapato y el más importante contrapeso al gobierno de AMLO, y al mismo tiempo se envíe una señal contundente al gremio: si al más emblemático de los periodistas mexicanos la 4T es capaz de mandarlo a la cárcel, ya podemos el resto dimensionar lo que se nos viene encima si osamos retar al régimen con información u opiniones incómodas.
Sí, Loret está en problemas, pero igual lo estamos todos los periodistas. En una dictadura, nadie está a salvo. X@jaimelopezmtz