La hipocresía es la audacia de pregonar integridad desde un nido de corrupción
Wes Fesler (1908-1989) Atleta norteamericano
Para el gobierno, los eventuales no existen. ¿Así o más contundente Alfredo Ramírez Bedolla?
Se refería el gobernador, en su rueda de prensa de los lunes, al rechazo de la Secretaría de Educación a reconocer a los miles de trabajadores eventuales que ha incorporado a fuerza la Cnte a la plantilla laboral, y que ahora exige no solo que se les pague por el «trabajo devengado», sino que se les otorgue una plaza definitiva.
La postura de Bedolla cobra mayor significado al ser notoriamente contraria a la de la 4T, de la que forma parte, que se ha empeñado en cobijar los abusos centistas a nivel nacional.
Históricamente, ese ha sido el modus operandi de la mafia de la Cnte: vender o regalar plazas para las cuales no hay sustento presupuestario ni necesidad de ellas en la Secretaría de Educación. La clave está en enviar a los nuevos «trabajadores» a alguna escuela, sin avisar a la autoridad gubernamental. Al paso de los meses, la Cnte reclamará el «incumplimiento» en el pago de sus salarios y doblará bajo chantaje al gobierno para que los incorpore con plaza y toda la cosa. Mientras, unos buenos millones de pesos ingresaron a algún selecto grupo de líderes sindicales por «el logro». En promedio, una plaza en la SEE «cuesta» de 200 a 300 mil pesos.
Cada gobernador se ha negado sistemáticamente a doblarse ante la extorsión centista, pero el valor solo les dura poco tiempo: a la vuelta de los meses todos terminan cediendo y fortaleciendo más y más a un sindicato que en los hechos, es auténtico crimen organizado.
Bedolla asegura este lunes que él no será doblegado. Más aún, que los eventuales no existen para su gobierno. Qué bueno que no está próxima una visita del presidente López Obrador, porque es altamente probable que le «sugiriera» al gobernador revisar la demanda de la Cnte.
Es deseable que el mandatario michoacano se mantenga firme en la drástica postura que ha fijado en el tema de los eventuales. Le lloverán mentadas de la Cnte, pero aplausos de la opinión pública. Ojalá le interesen más los segundos. Y mientras, a la pesadilla todavía le quedan 658 días.
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