Es un error juzgar a los políticos y sus programas por sus intenciones, no por sus resultados
Milton Friedman (1912-2006) Economista norteamericano
Claramente a destiempo sea, pero en todo caso mejor tarde que nunca. Así puede sintetizarse el acuerdo que, por fin, alcanzaron los gobiernos estatal y municipal para tratar de contener el crecimiento desbordado de la pandemia en la capital.
En efecto, luego de diez meses de desencuentros, ambos niveles gubernamentales encontraron una agenda mínima de medidas conjuntas para tratar de poner un alto al alarmante crecimiento de casos de contagio y de muertes por covid en Morelia.
Es lo mínimo que podría exigirse del poder público, sobre todo en medio de una pandemia como la que enfrentamos: hacer a un lado diferencias políticas y hasta personales, que claramente las hay en este caso, sobre todo entre el gobernador Silvano Aureoles y el aún alcalde Raúl Morón, para aplicar medidas en una lucha que desde un principio debió ser conjunta.
El cierre de todo tipo de movimiento industrial y comercial a las 7 de la noche y los domingos todo el día, así como la obligación de que el transporte público no lleve más de la mitad del cupo y reducir aún más la actividad en oficinas de gobierno, amén de la obligatoriedad del uso del cubre bocas en los lugares públicos, son medidas que aunque parecen obvias, no se han aplicado con drasticidad e integralmente en la capital del estado, porque hasta ahora cada nivel de gobierno se manejó con su propio protocolo, que muchas veces incluso se contrapuso mutuamente.
Es genuino dudar cuántos casos y muertes pudieron haberse evitado en Morelia, si desde marzo del año pasado se hubiera alcanzado el acuerdo entre el gobierno del estado y el ayuntamiento. Nadie lo sabe, pero me parece que muchos. Pero como el hubiera no existe y no queda sino ver hacia adelante, ahora sólo sigue presionar para que las medidas se apliquen a rajatabla, es decir, sin distingos, sobre todo lo relativo a los horarios de funcionamiento del comercio, porque las disposiciones deben incluir al ambulante o informal. Injusto es que sólo se mire a comercios formales, en regla, y se dé manga ancha a los que no lo son.
Por supuesto el que se haya alcanzado ese acuerdo es claramente a destiempo, pero peor sería que ni siquiera en estos momentos se materializara. Ahora, a exigir su cumplimiento a cabalidad. Veremos. twitter@jaimelopezmtz jaimelopezmartinez@hotmail.com