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sábado, julio 12, 2025

MEMO OCHOA VERSUS “El MENCHO”

Un atleta no puede correr con el dinero en sus bolsillos; debe trabajar con la esperanza en su corazón y los sueños en su cabeza

Emil Zapotek (1922-2000) Atleta checo

 

jaimelopezNo es desde luego una cuestión de moralidad. Eso se tramita en lo personal. Es un tema que pasa más bien por la responsabilidad social y, menos importante, por la vía estrictamente deportiva.

Que varios integrantes de la Selección Mexicana de Futbol hayan decidido organizar una fiesta el fin de anterior en un domicilio particular de la Ciudad de México, tras el encuentro amistoso contra Escocia, fiesta en la que se hicieron acompañar de una treintena de mujeres aparentemente contratadas en calidad de “escort”, o acompañantes, no es privativo de los futbolistas mexicanos ni será seguramente la última ocasión que suceda.

El deportista “famoso”, más en un país futbolero como México, se vuelve una especie de referente social de niños y jóvenes. Seguro la mayor parte de aquellos no dimensiona el papel que juega desde esa lógica en la sociedad y por eso no hace respetar ese liderazgo que de manera natural ejerce.

¿Tienen los atletas libertad de hacer en su tiempo libre lo que les plazca?, seguro que sí. Y tan era su tiempo libre, que en sentido estricto no incumplieron ninguna parte del reglamento al que deben sujetarse cuando forman parte de la Selección Mexicana.

La acotación, me parte, es importante, porque la reflexión no pasa por ahí, menos por si su comportamiento fue “bueno” o “malo”. ¿Quién tiene la autoridad y calidad moral para juzgar si otros hacen bien o mal en organizar una fiesta de esas características? El punto por tanto es la responsabilidad de los futbolistas. Y responsabilidad implica entender y ejercer el papel de referentes o modelos sociales en que se convierten, quieran o no.

Ser deportista de élite tiene enormes beneficios, pero también obliga a determinados sacrificios. Entre los primeros, claro, el aspecto económico, desproporcionadamente favorable si se mide con el resto de la sociedad, igual la fama y volverse millonarios haciendo lo que les gusta. Son verdaderos bendecidos. El otro lado de la moneda, ni siquiera es tan complicado de cumplir: “sacrificios” en términos de dejar de lado ciertas distracciones “normales” para el grueso de la gente, hábitos alimenticios y de entrenamiento por supuesto especiales y, sobre todo, entender que como figuras públicas están obligados a un comportamiento, también en lo público, acorde a su “jerarquía” de liderazgo social.

Memo Ochoa, por ejemplo, debe entender que está compitiendo con “El Mencho” Oseguera, para ver quién gana la atención como referente y modelo de vida de los niños y jóvenes de este país. Si dimensiona su papel, seguro hará todo lo que esté a su alcance para no perder dicha competencia. Y es que no es exagerado advertir que los ídolos deportivos juegan un papel más relevante fuera de la cancha, que dentro de ella, más, en un país carente de modelos a seguir. Ojalá todos se dieran cuenta.

jaimelopezmartinez@hotmail.com twitter@jaimelopezmtz>

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