Es concebible un mundo de dictadura invisible, que todavía utiliza las formas de gobierno democrático.
Kenneth E. Hagin (1912-2003) Predicador estadounidense
Menos mal: el presidente López Obrador afirmó este lunes, textual: no hay más violencia en México, pero si hay más homicidios”.
¿Puede haber homicidios, dolosos sobre todo, sin violencia? Teóricamente sí, pero no es el caso de lo que está ocurriendo hoy en México, donde la inmensa mayoría de los homicidios están vinculados a la criminalidad desatada, así que no cabe la “aclaración” de López Obrador.
En realidad, y para no variar, el presidente se enredó en sus propias palabras, al ser cuestionado por una periodista en la Mañanera de este lunes, respecto a si ha sido bien empleado o no el millonario presupuesto que la 4T le ha autorizado a las fuerzas armadas, si los niveles de criminalidad y de homicidios han sido claramente los más dramáticos en la historia de México. “Aclarar, dijo, que no es que haya más violencia, aunque sí más homicidios”. Según su dicho, hoy hay menos secuestros, menos asaltos, menos delitos en general. ¿En qué mundo vive el presidente?, se preguntan muchos.
Vive en el mundo real, pero finge que no. Por supuesto que tiene la información completa del panorama tétrico del país, pero por estrategia asegura tener “otros datos”. Por eso dice que todo va “requetebién” y que los mexicanos estamos “felices, felices”. Él sabe que es todo lo contrario, pero no se separa un ápice del manual de los dictadores: mentir, ocultar, engañar, fingir y aferrarse a ello, jamás aceptar la realidad si ésta les es adversa.
Tienen una ventaja: regularmente gobiernan a poblaciones mayoritariamente ignorantes, indiferentes y apáticas, que con una dádiva gubernamental son capaces de aceptar la realidad más siniestra. Claramente, es el caso de México y los mexicanos.
Como sea, la frase pinta lo que ha sido este sexenio: un costal de mentiras.
Y a la pesadilla ya solo le quedan 159 días.
X@jaimelopezmtz
