Colgadlos bien alto sobre el pueblo; quien llore sobre éstos, llora por la corrupción:
Arthur Miller (1915-2005) Dramaturgo estadounidense
Siete mil quinientos pesos, ¿es mucho o poco dinero? Más fácil: mil pesos, ¿es mucho o poco?
Pues una y otra cantidad es mucha y es poca al mismo tiempo. Según el cristal con que se mire, según las alforjas de quien los tenga o no, y según la ubicación social en que se ubique quien se haga esa pregunta.
En el México actual, desgarrador, insensible y ausente de la más elemental solidaridad y sentido de justicia, mil pesos representan para buena parte de sus habitantes, una enorme cantidad de dinero, tanta, que por falta de ese monto un niño de cinco años es secuestrado y luego asesinado en el Estado de México por los acreedores de la madre. Ésta no tuvo ¡mil pesos! para evitar la muerte de su vástago.
En cambio, siete mil quinientos pesos son definidos implícitamente como nimios por alguien como Andrés Manuel López Beltrán. En una misiva en redes, tratando de justificar sus vacaciones en Japón, el junior emblema de la 4T aclara que hospedarse en el hotel Okura de Tokio, “solo” le costó esa cantidad por noche, eso sí, con desayuno incluido. Independientemente de que indagatorias periodísticas revelan que en realidad la habitación en ese hotel no cuesta menos de 22 mil pesos la noche, demos por ciertos los siete mil quinientos que dice Andy. ¿Cuántos mexicanos pueden darse el lujo de hospedarse en ese sitio? Quizá algunos, pero la inmensa mayoría no. Siete mil quinientos pesos representan poco menos del salario promedio mensual de la mitad de los mexicanos, según el INEGI.
La madre del menor asesinado en el Edomex no necesitaba siete mil quinientos. Clamaba por mil, mil míseros pesos para pagar su deuda y que le devolvieran al menor con vida. El costo de una hora de sueño de Andy en el Okura le hubiera alcanzado a esa señora. Hoy su hijo estaría vivo si hubiera tenido tal cantidad de dinero, para ella inalcanzable. Para Andy, siete mil quinientos es una bicoca, por eso se inventa ese monto en su carta pública, porque supone que para el que la lea también lo será.
Es la pérdida del sentido de la realidad de quienes, como él, han enloquecido enmedio de los ríos de dinero en que navegan. Son los contrastes del México cada vez más corrupto e inequitativo, cada vez más alejado de la justicia y más cercano de la impunidad para matar y robar. X@jaimelopezmtz