Un partido es la locura de muchos en beneficio de unos pocos
Alexander Pope (1688-1744) Poeta inglés
José Manuel Mireles debe moderar el tono de su discurso, porque de lo contrario alimentará las dudas que hay sobre su estabilidad emocional y, por ende, se fortalecerán los cuestionamientos de quienes le consideraban un peligro si seguía en libertad su proceso penal.
Apenas hace unos pocos meses, recién había recuperado su libertad, cometió gravísimo desliz al subir a redes un video en el que llamaba a la gente de Tepalcatepec prácticamente a levantarse en armas, por la llegada a ese lugar de efectivos militares.
En efecto, las fuerzas castrenses hacían acto de presencia en Tepalcatepec para un operativo en la búsqueda de líderes de la delincuencia organizada, pero el llamado a levantarse en armas de Mireles frustró el intento. Mireles ni siquiera estaba en su municipio, sino en Morelia, donde recibió informes de la movilización militar y se apresuró a instar a la gente a las armas, bajo el supuesto de que el Ejército quería “tomar” el pueblo. De nada valió que su mismo abogado, Ignacio Mendoza, y su abogado político, Daniel Moncada, reconocieran el yerro cometido por su defendido. Más que yerro, fue una auténtica irresponsabilidad.
Un desliz, cierto, lo tiene cualquiera. ¿Pero dos? Este miércoles, declara en Morelia a reporteros que buscará reunirse y dialogar con los líderes de los cárteles, en la búsqueda de pacificar la tierra caliente michoacana.
Este segundo traspiés no deja dudas de que algo no está bien ya con Mireles. No puede el líder más emblemático de las autodefensas de la tierra caliente, hablar de dialogar con las cabezas de los cárteles. Parece hacerle competencia a Andrés Manuel López Obrador respecto de quien dice la estupidez más grande. El tabasqueño recientemente habló de una amnistía para los criminales en el país, bajo el absurdo precepto de que con él en la Presidencia de la República, hasta los malos se arrepentirán para dar paso a su locuaz república amorosa. Pero por más seguidor que pueda ser de AMLO, Mireles no puede cometer la misma estupidez y hablar de que va a buscar a los criminales para dialogar con ellos. ¿Supondrá también Mireles que éstos pueden arrepentirse de sus pecados?, ¿siente Mireles tener también el don divino de hacer que los delincuentes se rediman?, ¿o cómo para qué buscaría reunirse con ellos?
Él mismo fue testigo de que el arrepentimiento de criminales es imposible: en 2014, Alfredo Castillo, el comisionado de triste recuerdo, supuso que todos los delincuentes se volverían gente buena sólo por su invitación, y hoy ahí están las consecuencias de la imbecilidad, la gente que armó y vistió de guardias, tiene azolada la tierra caliente, como la tenían los Templarios en su momento.
Mireles fue testigo de lo absurdo que es formular ese tipo de llamados o de tener ese tipo de encuentros con criminales. Y ahora sale con la misma tontería.
Quiero suponer que no ha entrado en ninguna componenda ni que la busca con criminales, sino que es otra declaración absurda, carente de toda lógica, casi que hasta demencial, pero producto de no medir lo que habla. Dislate puro, pues, pero igual da pie para que sus opositores se aferren a que ha perdido la razón o que al menos es un peligro fuera de prisión, por su incontinencia verbal, y empujen por regresarlo a ella. El problema es que él da pie para ello.