No importa lo que digan algunos; las palabras y las ideas sí pueden cambiar el mundo:
Robin Williams (1951-2014) Actor estadounidense
En condiciones de “normalidadad”, lo lógico sería felicitar a Fátima Bosh por ganar el concurso Miss Universo. Desafortunadamente, las que rodean su entronización obligan a pausar la felicitación a la guapa tabasqueña.
No hay duda que reúne los atributos físicos para el galardón, aunque no estoy tan seguro de sus prendas intelectuales. El problema radica en que parecen demasiado sólidos los señalamientos de que se trata de una corona en modo 4T. Es decir, una corona comprada por métodos de corrupción.
Desde la confirmación de que su padre, empoderado de Pemex, ha gestionado millonarios contratos para el propietario del concurso, hasta las renuncias de varios miembros del jurado días antes del evento, que acusaron amaño en favor de la mexicana, todo hace presagiar que, para no variar, también en este caso la 4T echó a perder la fiesta, porque la cuatroteísta Pemex estaría detrás de la compra de la corona.
Es una pena que así sea, y una vergüenza el escándalo que se ha desatado, sin soslayar que ya se prepara un documental televisivo sobre los entretelones del “triunfo” de Fátima.
No sé si ella estaba al tanto o no de la posible corrupción que maniobraría su padre a través de Pemex. Si de plano era ajena, habría que considerarla una víctima de su propio progenitor. Caso contrario, habría que señalarla al menos de cínica.
Como sea, queda claro que todo lo que toca, directa o indirectamente la 4T, se corrompe. La pregunta es: ¿qué le sale bien a la 4T?, ¿hay algo en lo que se involucre que no hieda a corrupción?
Quiero quedarme con que Fátima no estaba al tanto. De cualquier forma el gozo rápido se fue al pozo. Otra más, de los tiempos estelares que corren hoy.
X@jaimelopezmtz



